El colegio Saint George's decidió apelar ante la Suprema la resolución de la Corte de Apelaciones que obliga al establecimiento a cancelar la matrícula de cuatro estudiantes que intervinieron imágenes de sus compañeras.
En concreto, un grupo de estudiantes utilizaron un programa de inteligencia artificial (IA) y fotografías compartidas por sus compañeras en sus redes sociales y las editaron, haciéndolas parecer desnudas.
El tribunal de alzada señaló entre sus fundamentos que "mantener a los alumnos agresores dentro del mismo recinto educacional al que asisten las afectadas causa un daño síquico a las víctimas hijas de los recurrentes".
Por su parte, la Fiscalía Metropolitana Oriente está investigando los hechos como eventual producción, almacenamiento y difusión de material pornográfico infantil.
La situación ha sido foco de comentarios por parte de los apoderados del establecimiento educacional, los estudiantes y también exalumnos, los que han manifestado tanto el respaldo a la decisión anunciada por el colegio como su rechazo.
Mediante una carta a El Mercurio, Fernando Soffia indicó que "la insistencia en defender un error ha dañado a toda la comunidad, dejando en el alumnado y en muchos apoderados el claro mensaje de que en este colegio, de una congregación católica (Holy Cross), no se sancionan las faltas y no se protege a las víctimas".
Una apodera de enseñanza básica, quien prefirió permanecer con su identidad resguardada, calificó como "pésima" la decisión, asegurando que es "el sentir de muchos". Además, reconoció que este tipo de situaciones hace cuestionar si fue una correcta decisión matricular a sus hijos en dicho establecimiento. Destacó que en la enseñanza básica los menores han tenido una buena experiencia, pero admite que llegará un punto en que tendrá que pensar si los mantiene en el Saint George's o los cambia.
Por otro lado, una apoderada de primero medio, defendió que el asunto no debió resolverse en tribunales, sino que al interior del colegio, con la comunidad, los padres y "con los valores que nosotros hemos inculcado y trabajado, no con fallos de entes externos".
Mediante una segunda carta a El Mercurio este martes, la apoderada del establecimiento, Isabel Price, se refirió a los dichos de Soffia, asegurando que "alude al carácter católico del establecimiento para que este no apele la sentencia de la Corte de Apelaciones que ordena la cancelación de matrícula de los alumnos involucrados en el caso de fotos creadas por inteligencia artificial".
De esta manera se preguntó si "¿no habrá pensado el señor Soffia que el castigo no es el único camino que define a un colegio de orientación cristiana y cuya misión es la formación de niños y adolescentes? ¿Y el perdón?", justificando que el Saint George's "es una institución, y como tal las decisiones las toma el equipo directivo. Si fuera de otra manera, reinaría el caos".
Agregando que "la biblia nos narra en Juan 8: 7-8 'el que esté libre de pecado que lance la primera piedra'".
Otra apoderada del establecimiento lamentó cómo sucedieron los hechos, asegurando que "el colegio aplicó el reglamento interno e hizo varias intervenciones" para los profesores y funcionarios, así "evitar y saber manejar estas situaciones nuevas desde los más chicos".
Sanción de la Super
El 24 de julio que la Superintendencia de Educación sancionó al colegio -con 200 UTM- por haber infringido "la normativa educacional en el caso de difusión de imágenes trucadas que afectó a alumnas de este establecimiento". Ambos cargos en contra del recinto educacional tienen relación con que "no aplicó correctamente su reglamento interno y/o protocolo de actuación ante denuncias por hechos de connotación sexual que atentan contra la integridad de los estudiantes", además de que "no garantizó a sus alumnos y alumnas el derecho a que se respete su integridad física y moral".
De esta manera, el colegio tiene 15 días hábiles para apelar, los que se cumple esta semana. La acción aún no se ha realizado.