En noviembre de 2005, el expresidente Ricardo Lagos marcó un hito en materia carcelaria: inauguró la primera cárcel concesionada en Rancagua, como parte de una agenda de Justicia hasta 2010, que luego continuó la ex presidenta Bachelet. Para prevenir la sobrepoblación, se estableció dentro de las bases de la licitación una capacidad máxima y el pago de una compensación para los recintos penitenciarios que la sobrepasan. Según información solicitada por Transparencia al Ministerio de Justicia, la única cárcel concesionada a la cual se ha pagado estas compensaciones en los últimos años es Santiago 1. Entre 2020 y 2023, se han gastado $21 mil millones. La situación se agravó desde la pandemia, explican en Justicia. El primer semestre de 2020, sólo hubo nueve días de sobrepoblación, mientras que desde el segundo semestre de ese año hasta el mismo período del año pasado, todos los días hubo sobrepoblación. Además, el monto va en aumento. Si en 2020 era de $13,5 millones diarios, el año pasado era de $19,5 millones diarios. La capacidad de Santiago 1 es de 4 mil usuarios, y al 31 de julio de este año había 4.985 reclusos, es decir, 124% de ocupación.