Parte de las indagatorias realizadas en el sitio del suceso el día del hecho.
Aton
Un nuevo capítulo sumó la indagatoria sobre la muerte de
Rodrigo Puga, el carabinero que fue asesinado de un disparo en las afueras del
Teatro Caupolicán, en el centro de Santiago, tras un evento de música electrónica realizado la noche del sábado.
Esta vez, la Defensoría Regional Metropolitana anunció que abrió una investigación sumaria en contra de un funcionario de la institución, quien actualmente está en calidad de testigo en la indagatoria que lleva adelante el Ministerio Público.
De acuerdo a conocedores del caso, el funcionario habría trabajado como guardia privado esa noche en el centro de eventos, jornada en la que también fueron contratados cinco policías, entre ellos Puga. Todos los carabineros vinculados a este caso fueron dados de baja.
"La decisión se adoptó con el fin de cautelar el deber de transparencia y la responsabilidad administrativa que exige la ley a los funcionarios públicos", indicó la Defensoría a través de un comunicado.
Precisó que "dicha investigación se inició el lunes 26 de agosto pasado y tiene como objetivo conocer si existen eventuales faltas a la probidad o incumplimiento de los deberes funcionarios".
Por este hecho fue formalizado durante esta jornada el ahora ex carabinero Javier Molina, por su presunta responsabilidad en el asesinato de Puga.
Se le imputaron los delitos de cuasidelito de homicidio y porte ilegal de amar de fuego, quedando con las medidas cautelares de arresto domiciliario nocturno, firma mensual y prohibición de comunicarse con el resto de los involucrados y de acercarse al recinto.
En la audiencia, se indicó que fue Molina quien habría efectuado el disparo que causó la muerte de su compañero, tras un altercado ocurrido en el exterior del recinto. El imputado habría disparado por error y tras tropezar con el arma empuñada en medio de la trifulca, hiriendo mortalmente al carabinero.
