Los árboles y especies del Jardin Botánico de Viña del Mar ya han empezado a crecer. El fuego del megaincendio que en febrero consumió las 400 hectáreas del parque los obligó a readecuar su infraestructura y replantearse qué vegetación mantendrán
en el futuro.
Así, durante este período se han enfocado en limpiar escombros, recuperar especies, reforestar, limpiar la laguna y su glorieta, rehabilitar espacios como las casas de los funcionarios, el canopy, los caminos y los sistemas de riego.
Además, en estos meses han instalado cortafuegos para impedir nuevos incendios y realizado cursos y simulacros para probar las alarmas y analizar si los protocolos estan funcionando. Todo esto, para evitar víctimas ante un eventual desastre, como los cuatro fallecidos de febrero, a quienes todavía lamentan y motivo por el cual pretenden levantar un memorial.
Fuente: El Mercurio
El director del jardín, Alejandro Peirano, explica que el recinto se divide en tres áreas y durante este período se han enfocado en recuperar las 32 hectáreas del "jardín botánico histórico", donde se ubica la típica laguna del jardín. Detalla que ese sector ya está "casi operativo a 100%, solo falta la cafetería, que estará lista a fin de año".
"Las plantas están vivas, están creciendo de nuevo, hemos reforestado, hemos recibido mucha ayuda de voluntariado", detalla.
Fuente: El Mercurio
Por eso, invita a visitar el lugar y volver a disfrutar de sus espacios: "La gente ha vuelto a venir al Jardin Botánico. No en la magnitud que venía antes, porque debe haber alguna preocupación con respecto al estado del jardin (...), pero pueden asistir. Hay una buena parte de la comunidad regional que piensa que no nos hemos recuperado o que estamos quemados todavía".
De hecho, Peirano cuenta que tienen distintas actividades durante los próximos fines de semana, que involucran festivales de música, sesiones de yoga, y durante los primeros meses de 2025 realizarán una escuela de verano.
Planes futuros
Con los incendios se quemaron 118 hectáreas de bosques de eucaliptos y, aunque ya están brotando de nuevo algunos arboles, continúan las Labores para recuperar ese sector. El plan es abrirles espacio a nuevas especies para que el jardín se convierta en un lugar de clima mediterráneo: "La idea es potenciar un bosque esclerófilo, que esté adaptado a un invierno duro y a un verano donde hace mucho calor. Ya no más pino, ya no más eucalipto", precisa.
Para ello, explica que incluirán flora nativa y endémica, y menciona distintas especies chilenas, como los boldos, quillayes, peumos, arrayanes, bellotos.
Fuente: El Mercurio
