Al menos
12 personas fallecieron durante este
fin de semana previo a Navidad, todos en contextos de hechos violentos y asociados a ilícitos o incluso riñas.
Hubo personas fallecidas en contextos como una discusión en Santiago; un sujeto que murió atropellado tras intentar asaltar a los ocupantes de un vehículo en la Autopista Central, también a la altura de la comuna de Santiago; un funcionario de la DGAC murió baleado en San Joaquín; y una persona fue asesinada con seis disparos en Puente Alto.
También hubo hechos de violencia en regiones: un hombre falleció en la vía pública en
La Araucanía, y se hallaron impactos de un arma de fuego en su tórax; y en
Los Vilos, en la Región de Coquimbo, se hallaron dos cuerpos al interior de una vivienda, los que presentaban múltiples impactos de bala. En
Pucón también se registró la muerte de dos hombres asesinados a balazos, y un tercero gravemente herido.
Este tipo de situaciones, en contextos previos a festividades o fines de semana largo no son nuevos. En julio de este año, previo al feriado del martes 16 -Día de la Virgen del Carmen-, también ocurrió una serie de hechos violentos que incluyó la masacre de cuatro adolescentes en Quilicura.
El lamentable saldo ocurrió sólo días después de que el Gobierno afirmara que Chile era uno de los países más seguros de la región; premisa que elevó luego que la familia del exteniente venezolano, Ronald Ojeda -quien fue secuestrado y encontrado sin vida al interior de una maleta en el mes de febrero- migrara a Argentina por una presunta oferta de refugio.
La entonces ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo -actualmente con periodo de prenatal- aseveró que "nuestro país es un país seguro que tiene desafíos en materia obviamente de crimen organizado, delincuencia y en eso hemos puesto especial prioridad".
En
agosto, nuevamente se produjeron hechos de violencia en el contexto del feriado del 15 de ese mes -Asunción de la Virgen- que dio pie a un fin de semana largo. En esa oportunidad
murieron nueve personas a lo largo del país, ocho de los crímenes fueron en la RM.
El feriado XL de Fiestas Patrias volvió a complicar a las autoridades encargadas de la seguridad del país: hubo 37 muertes en total, la mayoría ocasionadas por armas de fuego. Cuando iban 25 muertes, la ministra del Interior, Carolina Tohá, complejizó el tenor del diagnóstico del Gobierno, al señalar que la cantidad era "
similar a los que hay los fines de semana", lo que abrió duras críticas en su contra, acusando de una "naturalización" de estos crímenes.
Así las cosas, y aunque la ministra intentó salir a aclarar sus dichos, la sensación de que las olas criminales se hacen presente con mayor fuerza antes de feriados y fines de semana largos no ha hecho más que aumentar; y de acuerdo a expertos, los homicidios de este último fin de semana, previo a Navidad, confirmarían esa tesis.
"Convergencia de elementos criminógenos"
En conversación con Emol, Rocío Zepeda, experta en seguridad de la Universidad Mayor, comenta que "esto es algo que las autoridades ya saben. Que previo a este tipo de festividades, 18 de septiembre, Navidad, Año Nuevo, la delincuencia tiende a subir, ¿por qué? Porque hay más gente con dinero por las calles, tanta gente con regalos, con bienes, entonces la delincuencia tiende a aumentar durante esta fecha, no es una novedad".
"Quizás este año fue un poco más evidente que otros años, fue un poco más violento. Y tiene que ver también con el nuevo tipo de delito que se están manejando y los nuevos niveles de violencia que se están manejando dentro o en los delitos. Pero también hay que entender que esto es un aprendizaje constante. Entonces, en base a lo que pasó este año, quizás el próximo año vamos a estar mejor preparados para este tipo de circunstancias", precisó.
Por su parte,
Daniel Soto, Doctor en Ciencias Sociales y asesor de la Dirección de Relaciones Internacionales de la UAI, comenta que desde una perspectiva general, la concentración de 12 homicidios durante el fin de semana previo a Navidad, "se alinea con los planteamientos de las teorías criminológicas de las 'actividades rutinarias' y de la 'tensión situacional'".
"En este sentido, en esta época se daría una convergencia de elementos criminógenos: mayor circulación de efectivo, alteración de patrones de vigilancia y un incremento en las presiones sociales y económicas características de la temporada festiva", acota.7
Juan Castañeda, cientista político, experto en criminalidad y académico de la Universidad Autónoma de Chile, añade que también hay otros factores a considerar respecto al control delictivo: "el uso permanente de armas de fuego, lo que estaría dando cuenta de la existencia de microtráficos de armas de fuego, derivado de eso estaría comprobándose que los controles fronterizos, en aduanas, portuario o en aeropuertos probablemente requieran mayor reforzamiento".
A ello, dice, se suma la escasa presencia de agentes policiales también en algunas zonas de alto nivel delictivo. "Principalmente los fines de semana son espacios propicios también para la comisión del delito porque los controles preventivos en calle bajan a propósito de los casos contingentes que hay en algunas comunas de las regiones más grandes en términos urbanos".-
Una respuesta "más sofisticada" y sectorial
Zepeda subraya que durante todos los gobiernos, todos los años, se toman medidas previamente a estas festividades. "Pero el tema es que ahora quizás esas medidas deberían haber aumentado un poco más", afirma.
"Especialmente en aquellos sectores que se sabe que son más conflictivos, que son sectores donde hay mercado. Y deberían haber aumentado y un plan en conjunto entre la gobernación, los municipios y el Ministerio del Interior", zanjó.
Soto, por su parte, añade que "los incidentes recientes podrían confirmar un patrón estacional de violencia pre-festiva, pero se debe añadir que también es una época en la que la criminalidad organizada emplea violencia tanto para acaparar mercados, como para castigar".
"Entonces en Chile se requiere una respuesta más sofisticada: implementar unidades especializadas conjuntas de Carabineros, PDI y SII para la detección del delito, sistemas de alerta temprana basados en análisis predictivo, etc, La evidencia internacional sugiere que solo un enfoque integral puede abordar efectivamente este fenómeno recurrente", subrayó.
Periciar o fiscalizar la investigación delictiva
Para Castañeda, además, este escenario deja al descubierto la necesidad de fiscalizar, controlar o periciar todo el ámbito penal de investigación delictiva.
"Los fiscales a nivel nacional tienen que cumplir estas metas con respecto al cierre de las causas. Siempre en criminología se centra el análisis en las acciones policiales, pero se carece en América Latina de una evaluación sobre la eficiencia y la eficacia de las acciones penales. Y en el caso chileno, quien desarrolla la acción investigativa en términos del derecho penal es el Ministerio Público", contextualiza.
"Es pertinente evaluar a través de una reforma quizá administrativa, toda esta gama de cumplimiento de meta y en función de ese cumplimiento de meta, la asignación de bonos al respecto. Hay que evaluar la eficiencia y la eficacia de la acción investigativa".
Juan Castañeda, sociólogo y experto en criminalidad, U. Autónoma
Por consiguiente, "es pertinente evaluar a través de una reforma quizá administrativa, toda esta gama de cumplimiento de meta y en función de ese cumplimiento de meta, la asignación de bonos al respecto. Hay que evaluar la eficiencia y la eficacia de la acción investigativa", subraya.
El experto de la U. Autónoma comenta que "algunos policías también están mencionando- -en retiro y activos- que hay presencia de delincuencia común que no ha sido puesta a disposición de los tribunales por la lamentable incapacidad que ha tenido el Estado chileno de encontrar a delincuencia que anda solta en la calle".
En base a ello, una acción que quizá puede ser ideal son las pesquisas masivas en algunas regiones del territorio chileno, en algunas comunas de los grandes centros urbanos para indagar por órdenes de detención que todavía están vigentes.
"El Estado chileno reacciona, pero se queda corto en espacios donde no hay mucho control policial y donde al parecer hay ineficiencia en la investigación penal para la privación de libertad hacia la delincuencia organizada y no organizada", zanjó.
