El tiempo es acotado. La postura del Gobierno es que la tramitación de la reforma al sistema de pensiones concluya en enero, antes del receso legislativo de febrero, ya que si la discusión se pospone hasta marzo, el acuerdo alcanzado con las fuerzas opositoras podría verse comprometido.
Tanto en Chile Vamos como en el oficialismo coinciden en que lo ideal es zanjar el debate este mes.
Sin embargo, el escenario aún es incierto. El Senado podría votar la reforma la próxima semana, pero todavía está pendiente su revisión en las comisiones de Trabajo y Hacienda. Esto significa que la discusión en la Cámara de Diputados comenzaría la semana del 27 de enero, destinada al trabajo distrital. Y cabe recordar que la bancada del Partido Republicano no otorgó unanimidad para suspender dicha semana.
Ante este panorama, surge una alternativa: Que el Presidente de la República, Gabriel Boric, haga uso de sus facultades constitucionales y convoque a una sesión extraordinaria, incluso si enfrenta la oposición de algunos diputados. De concretarse, sería la primera vez que un jefe de Estado recurre a esta prerrogativa.
El jefe de bancada de diputados de la UDI, Gustavo Benavente, expresó su respaldo a que la reforma previsional se tramite en enero. "Si para eso hay que sesionar más días, bueno, habrá que hacerlo siempre dentro de la ley y del reglamento de la Cámara", afirmó.
Asimismo, reconoció que "evidentemente el Presidente tiene una facultad y si la quiere utilizar, bienvenido sea". Sin embargo, instó al Mandatario a dejar atrás los tonos "amenazantes" y subrayó que "los parlamentarios tenemos perfectamente claro cuál es nuestro rol".
Por su parte, el diputado y presidente de la Comisión de Trabajo, Luis Cuello (PC), sostuvo que "es indispensable que la Cámara sesione la última semana de enero para discutir la reforma de pensiones; al mismo tiempo, como Comisión de Trabajo tenemos el deber de examinar los cambios al proyecto".
Además, criticó la postura de la oposición en el debate previsional: "No me sorprende la falta de empatía de la extrema derecha con las víctimas de las AFP. Los jubilados ya han esperado un tiempo más que suficiente y sería inaceptable seguir postergándolos", agregó.
En tanto, la jefa de bancada de Independientes-PPD, Camila Musante, llamó a esperar el avance de la tramitación y la decisión que adopte la mesa de la Cámara de Diputados. "Creo que hay que esperar a revisar qué es lo que va a hacer la presidenta de la Cámara, que tiene facultades para citarnos jueves, viernes e incluso un día sábado, antes de ver qué es lo que va a hacer el Presidente de la República a la Cámara", señaló.
Musante también lamentó la falta de acuerdo para avanzar en la discusión: "No se contó con la unanimidad de republicanos para haber podido legislar en esta materia la última semana, fue el único comité parlamentario que se negó a discutir la reforma de pensiones. Triste, porque uno puede votar en contra si algo no le gusta, pero nunca evitar trabajar. Así que esperemos a ver qué es lo que se resuelve desde la presidencia y la mesa directiva de la Cámara, antes de adelantarnos de qué podría hacer el Presidente", concluyó.
Partido Republicano
Desde la bancada del Partido Republicano consideraron que sería un "error" que el Mandatario acelere la tramitación. El diputado Benjamín Moreno dijo que "evidentemente que esto es una facultad del presidente Boric, pero en este caso creo que sería absolutamente errado, no porque no pueda usar su facultad sino porque es un grueso error apurar una reforma y un debate tan importante como la reforma de pensiones más aún cuando pretenden votar más de 170 indicaciones en cinco o seis días de tramitación. Esto es una absoluta irresponsabilidad".
Asimismo, el jefe de la bancada de diputados, Luis Sánchez, indicó que "el Presidente Boric pretende que esto se vote en el Congreso sin ninguna discusión, sin ninguna reflexión, porque obviamente es una mala reforma que cocinaron entre la ministra comunista Jara y sus aliados hoy día de Chile Vamos".