Cada reo puede tener solo 10 visitas enroladas. Sin embargo, un informe reservado de Contraloría reveló que el machi Celestino Córdova - condenado por el homicidio del matrimonio Luchsinger Mackay perpetrado a principios de 2014- sumaría poco más de mil 241 enrolados. Lo de Córdova no es una excepción, pero tendría una explicación, dicen al interior de Gendarmería: las ceremonias que realiza, que están reguladas por el Convenio de la OIT. También menciona el órgano contralor en su reporte a Héctor Llaitul, sentenciado a 23 años de prisión por delitos de la Ley de Seguridad del Estado, quien presentaría una cifra superior de medio millar de enrolados; y a algunos condenados por causas de Derechos Humanos, quienes tendrían cerca de 300 enrolados, según quienes han tenido acceso a la auditoría. Estas situaciones representan solo parte de las anomalías detectadas por el ente fiscalizador respecto del funcionamiento de Gendarmería. Algunas, además, pudieran ser constitutivas de delitos, consigna el portal Interferencia. Incautaciones sin cadena de custodia, abogados que aparecen ingresando al mismo tiempo a cárceles con kilómetros de distancia y otros de quienes se desconoce si cuentan con título profesional, son algunos de los problemas detectados, enumera. Se suman a la lista gendarmes con familiares directos condenados en los mismos recintos donde trabajan, entre otras situaciones.