Los días más agitados de la reforma de pensiones, el Presidente Gabriel Boric los ha estado observando desde Valparaíso, en el Palacio Presidencial de Cerro Castillo, donde ha permanecido desde la noche de este lunes.
El equipo del Mandatario asegura que ha estado monitoreando el debate sobre el proyecto de pensiones desde cerca. En la sede de Gobierno de Viña el Mar, Boric se ha mantenido en contacto con los ministros que lideran las negociaciones por la reforma y hasta ha dialogado con parlamentarios clave para efectos de destrabar los escollos del proyecto.
Uno de ellos es la adecuación tras las observaciones del Consejo Autónomo Fiscal respecto a la sostenibilidad financiera del proyecto. Otro, es la resistencia que hay del propio oficialismo a aprobar una reforma que solo plantea cambios al sistema de las AFP, pero no la separación de la industria, ni la instalación de un inversor público que compita con las administradoras privadas.
Si bien el Frente Amplio se allanó a aprobar la integralidad de la reforma, en la bancada del PPD e Independientes aún hay reticencia a visar el proyecto, mientras otros personeros de la Cámara, algunos ligados a la oposición, también se han manifestado contrarios a este, lo que arriesga que el Gobierno sea capaz a alcanzar el piso de 77 votos que necesita en el hemiciclo de los diputados para despachar la reforma.
Como sea, el monitoreo sobre el debate de pensiones lo ha estado haciendo el Presidente en absoluto silencio. Solo el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, dio cuenta hoy de la voluntad del Mandatario a aplicar la facultad constitucional que le permite citar a cualquiera de las dos cámaras a sesionar de forma extraordinaria. La idea de Ejecutivo es aplicar esta potestad para alcanzar a terminar de tramitar el proyecto antes del receso legislativo.
"Estamos trabajando para construir la mayoría necesaria para aprobar el proyecto en ambas cámaras", complementó Elizalde en Radio Cooperativa.
Con todo, el mutismo que el Mandatario ha mantenido sobre la reforma ha llamado la atención, luego que haya dedicado sucesivas alocuciones al proyecto y dirigido emplazamientos al Congreso para zanjar un acuerdo. Por ejemplo, el jefe de Estado no se pronunció cuando Gobierno y Ejecutivo zanjaron una fórmula de pensiones en el Senado, como suele hacer con el avance de sus iniciativas clave.
Debate
En este contexto, analistas políticos discuten sobre los motivos del hermetismo presidencial respecto a pensiones.
Apuntando al silencio, el académico de la Universidad Central, Marco Moreno, consideró que "hay dos tipos de razones. Una, en primer lugar, tiene que ver con que
el entendimiento con sectores de la oposición para aprobar la reforma aún es frágil, como hemos visto con algunos descuelgues de parlamentarios tanto de la oposición como también del oficialismo".
"La fragilidad del entendimiento hace que el Presidente actúe con cautela en el sentido de que opiniones suyas, tomas de posición, podrían generar que ese entendimiento pudiese fracasar en las tratativas que están llevando los parlamentarios en el Congreso", añadió.
En segundo lugar, indicó que "también creo que influye la idea de que el Presidente, si bien es cierto, necesita que se apruebe la reforma, no puede aparecer desde el punto de vista del relato del Gobierno y con las ideas que llegó a La Moneda, como pactando, acordando con la oposición al punto de naturalizar el sentido que tenía esta reforma. Recordemos que el Gobierno planteó que un 6%, todo el aumento en las cotizaciones era a un fondo solidario".
"Por lo tanto, esta idea de entreguismo, esta idea de llegar a acuerdos que para algunos en su sector pueden ser vistos como espurios, como que van en la línea opuesta de lo que eran sus demandas, es lo que también lleva al Presidente a no tomar posición", precisó.
A ello añadió un tercer elemento. "El Gobierno necesita construir un relato respecto de esta reforma, sea lo que sea que se apruebe en el Congreso en relación a esta. Va a tener que poder conseguir construir el apoyo y la legitimidad de la reforma y todavía como no está totalmente esto resuelto, se dificulta la salida del Presidente y de su equipo para dar a conocer los resultados que tenga finalmente esta compleja tramitación de la reforma de las pensiones".
A su vez, la académica de la Universidad Diego Portales, Nerea Palma, vio "interesante" el problematizar el mutismo del Mandatario "en el sentido de que, en general, dentro de las características del Presidente Boric, está justamente a emplazar, a emplazar al Poder Legislativo, a emplazar a bancadas opositoras, a pronunciarse, a legislar, a votar, de cierta manera, o a llegar a acuerdos, y ahora eso pareciera estar en pausa".
"¿Qué creo yo que puede estar detrás de este comportamiento? Me parece que hay un incentivo detrás a el silencio, que es simplemente que los actores dentro del Ejecutivo que han liderado los acuerdos han tenido, de momento, éxito en alcanzar acuerdos", sostuvo y acotó que "eso no significa que va a haber un acuerdo final, pero sí han logrado conseguir acuerdos y me parece que cuando el Presidente Boric ha llamado o ha emplazado a la oposición, es justamente cuando, en general, se tienden a crispar los ánimos dentro del Poder Legislativo, y por lo tanto, me parece que el Presidente, sobre todo en esta materia tan delicada como es la reforma de pensiones y los acuerdos que se pueden llegar, está dejando la posta a quienes lideran la negociación, específicamente desde el Poder Ejecutivo al Legislativo".
Otra consideración tuvo el investigador asociado a faro UDD, Rodrigo Pérez de Arce. "En general, las intervenciones del Presidente respecto a la reforma de pensiones han sido bastante mal evaluadas. Cuando ha hablado, la posibilidad de acuerdo ha disminuido. Lamentablemente, esta es una tónica presidencial: salvo las primeras cuentas públicas, cuando el Presidente interviene, termina siendo negativo para el Ejecutivo".
Dicho eso, reparó que "tampoco es que la ministra Jeanette Jara, que está a cargo de las negociaciones, lo esté haciendo mucho mejor. Al confesar que este Gobierno quiere terminar con las AFP o que presentaran un proyecto de inversor estatal en marzo, ha puesto trabas para que la reforma avance, y pese a todo, no logra construir confianzas".
