Tras conocerse que uno de los involucrados en el crimen del exteniente Ronald Ojeda que formaba parte de Los Piratas de Aragua ejercía como conserje en un edificio residencial en Ñuñoa, se levantaron las alertas sobre las personas empleadas en estos cargos en condominios del país.
Se trata de Julio César Iglesias, hombre de nacionalidad colombiana con situación migratoria regular en el país y que hace tres años trabajaba como conserje en un edificio ubicado cerca de Plaza Ñuñoa. El sujeto es el presunto responsable de haber trasladado el cuerpo del exmilitar opositor hasta la toma Santa María de Maipú y de haberlo enterrado posteriormente en el lugar.
El Decreto 867 del Ministerio del Interior y Seguridad Pública establece que los conserjes deben contar con requisitos como ser mayor de edad, tener condiciones físicas y psíquicas compatibles con las labores por desempeñar, no encontrarse acusado o haber sido condenado por crimen o simple delito, no haber sido sancionado por violencia intrafamiliar, y contar con permanencia definitiva en caso de ser extranjero.
Sin embargo, en la normativa no se establecen documentos que se deban solicitar a quienes postulen a estos cargos. Eso sí, el Decreto 867 señala que las personas que cumplen actividades de seguridad privada -que incluye a conserjes, nocheros y porteros-, deben cumplir obligatoriamente con un curso del O.S.10 de Carabineros de Chile especializado para conserjes.
Para postular al curso se debe presentar fotocopia de la cédula de identidad -o certificar permanencia definitiva en caso de extranjeros-, certificados médicos y psicológicos, también de antecedentes penales y de estudios, ya que se debe haber aprobado cuarto medio o su equivalente. Además, se debe entregar una declaración notariada e informe comercial.
Según los vecinos del complejo de departamentos de Ñuñoa, Iglesias no cumplía con los requisitos de tener residencia definitiva en Chile y el curso de formación del O.S.10.
David Peña, cofundador de ComunidadFeliz, explicó que "normalmente los conserjes tienen el curso del O.S.10 de conserjes. Eso hay que diferenciarlo totalmente del curso O.S.10 de Carabineros para guardias de seguridad. Son dos cosas súper distintas y que lamentablemente a veces se confunden".
Dentro de las labores de estos funcionarios se encuentra la comunicación con los residentes, en término de recibimiento de encomiendas, gestión de visitas y eventos que ocurran en el edificio o condominio. También son facilitadores de los servicios y espacios del lugar, como gimnasios, espacios comunes, piscinas y quinchos.
Sin embargo, en cuanto a funciones, el cofundador de Comunidad Feliz asegura que "lo que prima es lo que está en el contrato laboral del conserje. Y ahí hay algunas comunidades que lamentablemente fallan y ponen actividades de seguridad, lo cual no es correcto. O sea, un conserje no puede hacer actividades de seguridad a menos que tenga el curso de guardia de seguridad".
"Por definición, según la ley de seguridad, los conserjes no pueden hacer actividades de seguridad a menos que tengan el curso de guardias", puntualizó Peña.
Además, enfatizó en que "es importante definir que un conserje no necesita tener los dos cursos. Un conserje tiene que tener el curso de conserje validado por el O.S.10, y no es necesario que tenga el de guardia de seguridad".
En esa línea, "los edificios también pueden pedir otras certificaciones, como por ejemplo, lo que te piden en un trabajo normal, que es tu certificado de antecedentes, también tener referencias. Estas cosas no están por ley, pero sí son buenas prácticas que pueden pedir los administradores y los comités de cada condominio", mencionó el cofundador de Comunidad Feliz.
Hechos violentos
Este jueves se dio a conocer el caso de un conserje de 42 años que sufrió una violenta agresión tras cursar una multa a residentes de un departamento en la comuna de Independencia, Región Metropolitana. Los agresores amenazaron a la víctima con que "lo llenaría de plomo" producto de que eran miembros del Tren de Aragua.
En relación a los casos de violencia contra conserjes que se han registrado el último tiempo, el representante de ComunidadFeliz señaló que son complejos, ya que hay que pensar "que los edificios son como una empresa. Imagínate que tú eres una persona que trabaja en una empresa y que viene un cliente de la empresa o un director y es violento contigo".
Peña aclaró que "los conserjes tienen los mismos derechos que un trabajador de cualquier empresa. El tema es que, como normalmente los hechos de violencia que hemos visto en los edificios son de los residentes, ellos en cierto nivel son como los jefes también de los conserjes".
"Si es que el conserje sufre un acto de violencia, cualquier cosa pueda estar normada también por la Ley Karin y puede poner una denuncia en la Dirección del Trabajo de que su empleador o la comunidad, no está dando un trabajo seguro", explicó.
En ese sentido, aseguró que "es muy importante que la gente sepa que si ellos son residentes y hacen cualquier acto de violencia contra los conserjes, el conserje puede demandar a la comunidad y eventualmente tendrán que pagarle millones de pesos en reparaciones".
"Probablemente va a ganar la demanda, y después la comunidad puede internamente decidir que estos gastos se los va a cobrar al residente que incumplió la ley o que violentó al conserje", concluyó el fundador de ComunidadFeliz.