Distintas reacciones generó en los municipios de la Región Metropolitana los ajustes al Plan Calles Sin Violencia presentados este viernes por el Gobierno y que se comenzó a implementar a partir de esta semana.
De acuerdo al detalle que entregó la ministra del Interior, Carolina Tohá, el plan consiste en una
intervención policial focalizada, en zonas de alta ocurrencia de delitos violentos, en toda la Región Metropolitana, reforzando procedimientos como controles de identidad, fiscalizaciones de armas, detenciones y búsqueda de prófugos.
Los sectores a intervenir son zonas dentro de comunas o en límites comunales -cuadras o unidades vecinales específicas- que concentran una alta cantidad de homicidios, lesiones con armas de fuego, disparos injustificados (balaceras), tráfico de drogas, tráfico de armas y munición, amenazas con arma de fuego y amenazas de muerte.
Además, los sectores a intervenir son de dos tipos:
"priorizados", o sea, con alta ocurrencia de los delitos mencionados; y
"focalizados", con menos presencia de dichos delitos pero que es necesario considerar debido a la movilidad del delito.
El plan no ha estado ajeno a críticas en sus versiones anteriores. Algunas voces, como la del alcalde de Independencia, Agustín Iglesias, han tildado el plan como "un fracaso", mientras que el alcalde de Peñaflor, Rodrigo Cornejo, quien acusó la "exclusión" de la comuna en la estrategia. Por su parte, el alcalde de San Bernardo, Christopher White, ha insistido en que se despliegue presencia militar para reforzar la seguridad comunal.
Alcaldes valoran ajustes, pero piden aumentar recursos
El alcalde de independencia, Agustín Iglesias (cercano a Chile Vamos), comentó que "el plan 'Calles sin Violencia' parece tener buenas intenciones. Yo valoro que el Gobierno lo modifique porque como estaba no tenía sentido de realidad. Sin embargo, si no se aborda la falta de recursos y personal de Carabineros en las comunas más necesitadas, es probable que vuelva a fracasar".
"Nosotros nos hemos reunido con la ministra Tohá y le planteamos nuestra total disposición a trabajar con el Gobierno. Es por eso, que espero que esta vez haya una intervención de emergencia en los barrios más complejos de nuestra comuna, los cuáles la ministra los tiene perfectamente identificados", aseveró.
El alcalde de San Ramón, Gustavo Toro (DC), valoró los ajustes en torno al plan, y destacó que en la comuna "hemos visto buenos resultados. Son importantes los municipios en la estrategia contra el crimen organizado, contra la delincuencia, contra los homicidios".
"Creo que es fundamental invertir en recuperar espacios públicos y trabajar fuertemente la convivencia. Desde ahí, los municipios podemos hacer mucho. Creo que es importante que el Gobierno siga una estrategia en contra de la delincuencia y los alcaldes, en este caso de San Ramón, estamos disponibles para seguir trabajando para vivir mejor", zanjó.
El alcalde de San Bernardo, Christopher White (PS), también valoró las modificaciones al plan, junto con recordar que fue uno de los principales críticos "por los resultados obtenidos y agradezco que se esté generando una nueva propuesta que esperamos traiga mejor seguridad y mayores resultados a nuestras comunidades".
"Esperamos también que nos convoquen y nos inviten. Los alcaldes conocemos la realidad, día a día la enfrentamos, por lo tanto estamos muy disponibles para aportar esa experiencia en el fortalecimiento de este plan", subrayó.
En tanto, la alcaldesa de Lo Espejo, Javiera Reyes (PC), se sumó a las buenas proyecciones para el plan 2.0, "sobre todo por los criterios de focalización que se han incorporado para avanzar en obtener mejores resultados. De hecho, una de las necesidades que habíamos planteado es incorporar zonas críticas en el abordaje integral de este plan y hoy se refleja en esta actualización, lo que para comunas como Lo Espejo es de relevancia y muy importante", zanjó.