El quiebre de la centroderecha en el Senado se convirtió en el escenario ideal para que el oficialismo cuestionara la falta de organización y gobernabilidad del sector de cara a una eventual victoria en la próxima elección presidencial.
Luego de no alcanzar un candidato de consenso, el senador Manuel José Ossandón (RN) se impuso ante su par Felipe Kast (EVO) con el voto de los partidos de Gobierno y la Democracia Cristiana. Además del Partido Republicano y el Partido Social Cristiano y la senadora María José Gatica (RN).
Esta no es la primera vez que Ossandón y Kast se enfrentan; ya lo hicieron en las primarias presidenciales de Chile Vamos en 2017, donde el expresidente Sebastián Piñera se impuso con más del 58% de los votos.
Tras la votación en el Senado, si bien la intención de Ossandón fue desvincular el resultado de la elección de cualquier impacto en la carrera presidencial, donde la candidata de su coalición, Evelyn Matthei, lidera las encuestas, las críticas tanto desde su propio sector como desde el oficialismo no tardaron en aparecer.
En medio de la votación, el senador Luciano Cruz-Coke (EVO) acusó que "esta es una muestra más de un defecto histórico de la derecha chilena que nos ha pasado en innumerables ocasiones políticas y va a seguir pasando porque en la derecha, las ambiciones personales son siempre más importantes que el camino conjunto", mientras que Francisco Chahuán (RN) reprochó la "falta de coherencia y falta de gobernabilidad".
Desde el oficialismo, el senador Ignacio Latorre (FA) manifestó que el resultado para la dirección del Senado "da cuenta en términos políticos de la división de la derecha y la dificultad para lograr un proyecto de unidad y de gobernabilidad para Chile".
Asimismo el senador y presidente del PPD, Jaime Quintana, señaló que en el ámbito político y electoral, "la centro izquierda más la DC da hoy día garantía de gobernabilidad al país".
A su vez, la senadora y presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, dijo que 2lo que hemos visto en la tarde en el Senado es la incapacidad de la derecha de ponerse de acuerdo, una incapacidad que, si la trasladamos al futuro, hace ver la escasa posibilidad de gobernabilidad que ofrece al país".
Por su parte, Ossandón argumentó que el resultado en el Senado "no tiene nada que ver" con la candidatura presidencial. Eso sí, manifestó que "para mí es triste ver que el presidente de mi partido (Rodrigo Galilea) y el expresidente del partido (Rafael Prohens) sean los jefes de campaña contra mí. Es triste. Pero por esto para adelante, les quiero decir que igual los quiero. Yo no soy rencoroso. Ya pasó ya".
