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¿Es posible una primaria "buena onda"?: Las señales de los candidatos oficialistas y el debate de analistas

Expertos afirman que el efecto "divisorio" de las primarias es un fenómeno inevitable que ya se observa en la vereda del oficialismo.

16 de Abril de 2025 | 08:02 | Por María Luisa Cisternas, Emol.
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A competir de buena lid instó la expresidenta Michelle Bachelet a los seis candidatos del oficialismo que medirán sus fuerzas en elecciones primarias para dirimir al abanderado del sector.

La otrora Mandataria hizo valer su liderazgo, convocando a los precandidatos a la sede de Horizonte Ciudadano con el objeto de ordenarlos de cara a la inscripción de primarias. Si bien los concurrentes explican que la cita fue programada hace un tiempo, esta aconteció en medio del fuego amigo que la abanderada del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, dirigió al gobierno y otros candidatos.

A un día de ser proclamada por el Comité Central, la senadora por el Maule sostuvo que "no hay una hermandad" entre el PS y el PPD, lo que fue rebatido por Carolina Tohá. "Yo sí creo que son partidos hermanos, que han actuado de esa manera y espero que en el futuro lo hagan también", dijo. Hoy, la exministra del Interior arremetió contra la timonel del PS por sus recriminaciones contra el Ejecutivo, aseverando que "uno no alega ni se lamenta por participar en un gobierno, si es tan malo, se va, punto"

Mientras Vodanovic optó por bajar el tono de sus dichos previo a reunirse con senadores del PS -instancia donde Juan Luis Castro ungió una banda presidencial sobre la senadora- otro dardo dirigió el abanderado de la FRVS, Jaime Mulet, contra la presidenciable del Partido Comunista, Jeannette Jara.

Esto luego que la exministra de Trabajo definiera su sello como un "liderazgo popular". "Hay muy buenas intenciones también en quienes pueden estar en los sectores socioeconómicos más acomodados, pero la verdad es que quienes venimos de otra realidad, tenemos una conexión con lo que ocurre", adujo, lo que llevó a Mulet a acusar a Jara de descalificar a candidatos como "pituquitos". "Llama la atención que la ex ministra Jara intente apropiarse del discurso de los 'sectores populares' como si se tratara de una membresía exclusiva, entregada por algún comité de autenticidad clasista", fustigó.

Debate


En conversación con Emol, analistas políticos aquilataron la viabilidad de llevar unas primarias "buena onda", como es la aspiración de la expresidenta.

La académica de la Universidad de Chile, Claudia Heiss, apuntó que "en una elección primaria siempre hay tensiones, porque la primaria consiste en diferenciarse, entonces es un llamado como a que no se saquen los ojos y que sea una competencia amistosa".

Si bien consideró que esa voluntad "está bien", relevó que "evidentemente va a ser una primaria donde cada uno de los candidatos van a tratar de diferenciarse de personas que son políticamente cercanas para apelar al voto de otros electores, en este caso el oficialismo".

"Ahora, particularmente entre el PPD y el PS sin duda que hay una situación un poco excepcional", acotó, "porque de alguna manera muchas personas esperaban que el PS apoyara a Carolina Tohá como candidata de unidad, digamos, del Socialismo Democrático. Eso es una situación quizá un poco excepcional y esto ha estado cruzado por la destitución de la senadora Isabel Allende. Es decir, yo creo que hoy día el PS está en una situación quizá un poco distinta de las otras fuerzas políticas por estas particularidades".

Como sea, consideró que "la decisión del PS efectivamente debilita fuertemente la candidatura de Tohá como la representante del oficialismo y complica bastante la elección presidencial. En algún sentido es como entregar un poco la elección presidencial para velar por sus propios intereses, particularmente en la negociación parlamentaria".

En ese contexto, observó que "no es un momento de unidad, es un momento de diferenciación, lo que no significa que no se pueda después, ya cuando una vez que se elige la candidata o candidato que sale electo en la primaria llamar a la unidad para apoyar a la persona en segunda vuelta".

"Por cierto que en este caso lo que está en juego es que una persona más de la ala más izquierda del conglomerado oficialista va a tener mucha más dificultad para competir con la candidatura de la derecha. Entonces, aquí lo que está en juego en realidad son las posibilidades reales del oficialismo de ir a una elección competitiva en la elección presidencial en segunda vuelta", adicionó.

A su vez, el académico de la Universidad de Talca, Mario Herrera, sostuvo que "el oficialísimo no tiene otra opción más que hacer una primaria amistosa. Dado lo rápido del calendario electoral y que el oficialísimo no corre con un candidato favorito en las encuestas, cualquier fisura en la coalición implicará una posición difícil para el candidato vencedor".

"De cara a la primera vuelta presencial, no solo deberá ir a buscar los votos de centro, sino que también capturar a los votantes de las otras opciones. Esto se vuelve particularmente complejo si salen muy dañados de la primaria. Ahora bien, la coalición tendrá que encontrar un balance entre una primaria 'amistosa' con ser una primaria competitiva", consideró.

Y advirtió que "si los votantes no advierten diferencias entre los candidatos, corren el riesgo que vaya poca gente a votar y, por ende, haya una mala expectativa de cara a la primera vuelta".

Por su parte, el académico de la Universidad Central, Marco Moreno, destacó que la primaria es "una herramienta competitiva donde hay poco espacio para la buena onda, y si bien es cierto lo que uno podría aspirar es que haya un juego limpio, una especie de fair play, la verdad es que las primarias son un mecanismo muy competitivo que suelen tener un efecto que no siempre se considera y que es el efecto divisivo que tienen las primarias".

"Es decir, los roces que hay, y ya lo estamos viendo en la primaria de oficialismo, los intercambios de opiniones o de puntos de vista que suelen ser duros, pueden llegar a situaciones en que se produzcan fuertes divisiones, que evidentemente después cuesta mucho restablecer esas heridas", indicó.

Por lo demás, relevó que "quienes deciden participar en las primarias tienen que entender que estamos hablando de que los resultados son vinculantes. No es que aceptamos de buena onda el resultado de quien ganó, no. Las primarias obligan a los partidos a respetar el resultado, y por lo tanto podría uno hablar de un compromiso de trabajo para quien resulte electo, pero no es el compromiso, porque el compromiso está marcado fundamentalmente con el carácter vinculante que estas tienen"

Dicho eso, vio que "estos llamados a que las primarias tengan buena onda, se refieren fundamentalmente al juego limpio que uno esperaría y en donde los candidatos o candidatas no entren a la confrontación como ya comenzamos a verlo en la primaria del oficialismo".