Hace casi un año, el 2 de junio de 2024, la ingeniera comercial Daniela Raffo y su esposo Felipe Araya perdieron a Ema, su hija de 10 años, alumna de 5º básico del Santiago College y entusiasta jugadora de hockey césped del Club Deportivo Alumni. "Fue muy trágico, porque fue como una bacteria", recuerda, conmovida, la madre. Con ese dolor aún presente, este 17 de abril, Jueves Santo, Raffo fue al Cementerio Parque del Recuerdo, en Huechuraba, para visitar la tumba de su hija. Estacionó su automóvil en una rotonda y se alejó apenas unos 10 metros, porque la sepultura de Ema está a esa distancia.
Sólo unos arbustos tapaban el vehículo de su vista relata. Cuando regresó se dio cuenta de que alguien había abierto el automóvil. "Cortaron los cables de la alarma", asegura, y que le habían robado sus pertenencias. Raffo afirma que "tengo rabia (...). Lo único que busco es que a nadie más le pase".
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