"Vamos a dejar de monitorear muchos volcanes, lo que genera un peligro para toda la gente que vive cerca de los sistemas volcánicos más activos del país". Así alertan los funcionarios del Observatorio Volcanológico de Los Andes del Sur (OVDAS) por la automatización del monitoreo de estos cráteres que impulsa el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).
En concreto, este centro de interpretación de datos de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica radicada en Temuco, Región de La Araucanía, sufrió una reducción de sus funcionarios monitores tras poner término a la licitación con personal de la Universidad de La Frontera (UFRO), por lo que el Sernageomin decidió recurrir a la automatización del servicio a partir de inteligencia artificial y machine learning (aprendizaje automático) para continuar operando a partir de octubre de 2025.
Dentro de las principales críticas por parte de funcionarios del OVDAS se encuentra que el nuevo sistema será probado solo ocho semanas antes de su implementación definitiva que será el 4 de julio, lo que levantó las alertas de los trabajadores del centro, quienes denuncian que no han sido capacitados con el nuevo sistema, por lo advierten graves riesgos volcánicos en la zona sur del país.
Al respecto, Cristian Mardones, geodesta volcanológico y presidente de la Asociación de Funcionarios de Sernageomin en Temuco, explicó a Emol que el problema comenzó el 25 de abril, cuando desde el servicio de geología informaron el fin de la licitación con la UFRO.
Con el fin de este proceso, "nos dicen que hasta el día 4 de julio llega esta licitación externa y se da término a ella, teniendo que los funcionarios del observatorio asumir este rol que cumplen 16 personas que son de la Universidad de la Frontera".
Días después, se envió un comunicado aseguraron que se decidió extender por tres meses más el servicio de soporte de la UFRO.
Considerando esta reducción del personal, esto se traduce en que a partir del 5 de octubre, "todo este monitoreo primario va a ser apoyado por una inteligencia artificial y machine learning que no está validado, porque están recién confeccionándolo y haciendo los algoritmos para poder hacerlo, por lo tanto, no hay una validación y lo otro, es que somos muy pocas personas del servicio para poder cumplir estas funciones", detalló el dirigente.
Según mencionó Mardones, "hasta el momento monitoreamos 43 volcanes, los más activos de Chile, y esto se va a reducir a máximo 17 volcanes. Según todas las estadísticas que tenemos, solo 6 volcanes van a llegar al 5 de julio (ahora 5 de octubre) con esta automatización, por lo tanto, vamos a dejar de monitorear muchos volcanes".
"Eso finalmente lo que genera un peligro para toda la gente que vive cerca de los sistemas volcánicos más activos del país", alertó Mardones.
"Vamos a dejar de monitorear muchos volcanes (...) eso finalmente lo que genera un peligro para toda la gente que vive cerca de los sistemas volcánicos más activos del país".
Cristian Mardones, presidente de la Asociación de Funcionarios de Sernageomin en Temuco
En ese sentido, el presidente de la Asociación de Funcionarios de Sernageomin en Temuco apuntó a que "nosotros proyectamos que no vamos a ser capaces de dar alertas tempranas en el tema volcánico, y eso es más peligroso aún porque pone en riesgo a la población que vive cercana a los volcanes".
Al respecto, Eduardo Morgado, director del Grupo de Volcanología de la Sociedad Geológica de Chile y académico de la Escuela de Geología de la Universidad Mayor, explicó que "en realidad no es que veamos un problema con que se tienen que automatizar algunos procesos, sino en la forma en que se ha hecho".
Debido a la desvinculación de expertos de la UFRO, "va a hacer que algunos volcanólogos que son expertos en otras áreas de la geología, como la geoquímica o geofísicos, pasen al monitoreo automático. Es decir, van a tener que relegar sus labores actuales para dedicarse a cubrir parte de lo que se va a desvincular. Entonces, eso por supuesto va a generar una merma y son decisiones que afectan a la estructura y la operatividad del organismo técnico".
Según el también académico de la Universidad Mayor, desde el gremio "estamos de acuerdo en realidad con todos los procesos de modernización que ocurren, pero tienen que ser abordados con responsabilidad, diálogo, planificación y con un criterio científico. Es decir, consultándole a un grupo de expertos y en comunicación con la misma gente que está trabajando en OVDAS".
Para Morgado, la principal preocupación es "esta manera más bien rápida, que eso es lo que más nos llama la atención y nos preocupa, más que el cambio en sí".
"Una sombra de duda"
También Rodrigo Contreras Arratia, profesor asistente de la Universidad Católica de Temuco (UCT) y exsismólogo del Centro de Investigación Sísmica de la Universidad de las Indias Occidentales (UWI-SR, por sus siglas en inglés), mencionó que por su paso por el organismo del Caribe, "nosotros tuvimos crisis volcánica y yo sé de primera fuente, y las personas que trabajan en OVDAS también, de cómo se complica el análisis cuando hay erupción".
"Hay métodos y avances tecnológicos que pueden servir, que pueden ayudar a hacer las cosas mucho más fáciles en esos momentos, pero se ha dicho mucho de que la inteligencia artificial no está validada para esto (...) y lo que necesitan esos grupos es validar científicamente sus resultados. Que el método que ellos están ocupando, de machine learning o de inteligencia artificial, funciona y que realmente se puede extraer información valiosa para el monitoreo volcánico", apuntó Contreras.
Para el académico de la UCT, "Sernageomin nunca ha puesto el foco en la investigación científica, no han validado los resultados que han tenido acá. No está publicado, la comunidad científica no sabe si es que el método es válido o no (...) en ese sentido, cabe una sombra de duda muy muy muy grande en la comunidad científica volcanológica del país".
"La comunidad científica no sabe si es que el método es válido o no (...) en ese sentido, cabe una sombra de duda muy grande en la comunidad científica volcanológica del país".
Rodrigo Contreras Arratia, profesor asistente de la Universidad Católica de Temuco (UCT)
En esa línea, el cuestionamiento para Contreras "es válido, porque si hubiesen tenido muy buenos resultados estarían publicados, le habrían dado bombos y platillos. Pero no ha sido así. Entonces es un poco preocupante que desde la cúpula, desde las posiciones de poder en Sernageomin se hable tan livianamente sobre esta tecnología y esta metodología que son súper difíciles".
"Nada por el estilo puede suplir al analista. Entonces eso es lo que nosotros creemos que es peligroso para las comunidades que viven cerca de un volcán", cerró el experto de la UCT.
Razones de Sernageomin
Consultados por Emol, desde el Sernageomin argumentaron que la decisión de incorporar procesos de automatización "responde a una necesidad institucional impostergable, identificada tras un diagnóstico estratégico profundo realizado a inicios de 2025. Este diagnóstico detectó brechas críticas en materia de obsolescencia tecnológica, dependencia de sistemas externos y limitaciones para procesar grandes volúmenes de datos en tiempo real, lo que compromete la capacidad de respuesta ante emergencias volcánicas".
En esa línea, aseguraron que "la automatización, basada en herramientas de inteligencia artificial y aprendizaje automático (IA/ML), busca fortalecer el sistema nacional de vigilancia volcánica, permitiendo una detección más oportuna, consistente y eficiente de anomalías, y así mejorar la alerta temprana y la toma de decisiones estratégicas en protección civil".
Según explicaron desde el organismo, el sistema se aplicará en dos fases lideradas por la Subdirección Nacional de Geología del servicio. En la fase 1 entre abril y octubre, se incluye "la implementación de un sistema de turnos internos 24/7, el desarrollo de prototipos de automatización supervisada para análisis sísmico e imágenes volcánicas, la incorporación de nuevos profesionales, y una capacitación intensiva del personal".
Desde octubre en adelante se aplicará la fase dos, en que "inicia la operación consolidada del nuevo modelo. La automatización se enfocará en el procesamiento primario de señales (por ejemplo, sismología, cámaras), siempre bajo supervisión de profesionales humanos. Esto liberará tiempo para análisis complejos, sin reemplazar la función crítica del equipo técnico. Todo este proceso será gradual y cuidadosamente monitoreado, con participación activa de los equipos de OVDAS y resguardo de derechos laborales".
Consultados sobre los posibles riesgos por el desconocimiento de la efectividad de este monitoreo automatizado, desde Sernageomin declararon que "actualmente, se está llevando a cabo un proceso riguroso de desarrollo y validación del sistema. Esto incluye: Entrenamiento con datos históricos de OVDAS, incluyendo erupciones pasadas; Definición de métricas objetivas de desempeño (precisión, falsos positivos, tiempo de respuesta); Validación cruzada por especialistas humanos, mediante protocolos de doble chequeo y control de calidad; Despliegue progresivo, partiendo por 17 volcanes críticos y escalando gradualmente".
"El proceso busca mejorar capacidades, no reemplazarlas, por lo que los riesgos están acotados y bajo monitoreo constante. La automatización es supervisada, no autónoma, y se ajusta a estándares internacionales en monitoreo volcánico", cerraron la declaración.