Ayer se cumplieron 600 días desde los ataques de Hamás contra Israel, el 7 de octubre de 2023, y que generaron la respuesta del gobierno de Benjamin Netanyahu, desatando una guerra que ha dejado más de 54 mil muertas en la Franja de Gaza, y más de 1,9 millones de desplazados.
En el ataque de esa jornada se extendió por más de 7 horas y dejó más de 1.200 fallecidos. Además, 251 fueron secuestrados y trasladados a la Franja de Gaza, uno de los puntos neurálgicos del conflicto.
El martes, miles de palestinos se agolparon en un centro de distribución en Rafah, al sur de Gaza, luego que el gobierno de Netanyahu suavizara los bloqueos, sin embargo, la urgencia por la ayuda generó estampidas, dejó heridos, y en paralelo, se escucharon disparos. Según el Ejército de Israel, se trató de "disparos de advertencia", en el exterior del recinto.
La actual ofensiva de Israel es la más larga y compleja desde su creación, en 1948, y ha sido condenada por organismos internacionales -como la ONU-, y por diversos países, entre ellos, Chile. Ayer, el Gobierno del Presidente Gabriel Boric dio otra señal en torno al rechazo a la guerra y anunció el retiro de los agregados militares desde Tel Aviv.
Cooperación Chile-Israel
La señal del Presidente Boric generó varias reacciones en el mundo político local, incluyendo a los candidatos presidenciales, pero también del Grupo Parlamentario Chile-Israel, conformado por las y los senadores Carmen Gloria Aravena; María Loreto Carvajal, Luz Ebensperger, Jaime Quintana, Juan Luis Castro, Javier Macaya, María José Hoffmann; José Manuel Rojo Edwards; Yasna Provoste y Gustavo Sanhueza.
A través de un documento, expresaron que la medida del Ejecutivo "representa una acción desproporcionada y parcial que debilita no solo nuestra política exterior sino también nuestros vínculos desde la perspectiva de la Defensa".
Añadieron que "nuestras Fuerzas Armadas tienen relaciones afianzadas desde la perspectiva de las capacidades estratégicas de la Defensa con el Estado de Israel las que inevitablemente se ven afectadas. Israel es un referente a nivel mundial en materias tan relevantes para el país como ciberseguridad y ciberdefensa, inteligencia, capacidad satelital, entre otras".
Chile mantiene relaciones bilaterales con Israel desde hace más de 70 años, donde se han firmado distintos acuerdos y programas, y entre ellos, de colaboración militar en materia de tecnología y equipamiento. De hecho, las Fuerzas Armadas han podido aumentar sus capacidades de defensa gracias a tecnología israelí, pero también se ha abastecido de armamento, capacitación y conocimientos, entre otros.
De acuerdo a Infodefensa, el Ejército de Chile inició sus relaciones con la industria militar de Israel en medio de la crisis con Perú, en 1975, y con Argentina, en 1978, etapa donde se adquirieron equipos de comunicaciones y morteros, y ya hacia finales de esa década se sumaron tanques M-51 y M-50, que además contó con instrucción y capacitación de instructores de ese país. Actualmente, la institución utiliza un fusil de alto estándar y un misil, además de un sistema de mando y control estratégico, todos provenientes de ese país.
La Armada fue una de las primeras instituciones en incorporar tecnología militar de Israel en Latinoamérica. Ya en 1970 se adquirieron lanchas dotadas de misiles y de electrónica militar, y en 1990 recibió lanchas patrulleras clase Dabur, de segunda mano. A la lista se suman radares de apertura sintética de alta resolución que fueron incorporados a aviones de exploración aeromarítima y lucha antisubmarina.
En tanto, la Fuerza Aérea de Chile (FACh), comenzó su relación con Israel en 1974, cuando se equiparon los aviones Kawker Hunter con el misil aire-aire Shafrir Mk.2 de Rafael, lo que mejoró las capacidades tácticas del combate aéreo; además, se han incorporado radares a distintos tipos de aeronaves, y en la actualidad, la flota de F-15 cuenta con sistemas de reconocimiento de blancos, misiles de corto alcance, además de cascos con sistema guiado infrarrojo, entre otras tecnologías.
El poder militar de israelí
Pese a su pequeño tamaño, este país de Medio Oriente ostenta un robusto contingente militar, y está situado en el puesto 18 según el ranking Global Firepower, que mide la potencia de fuego a nivel global. Según el International Institute for Strategic Studies (IISS), Israel tiene alrededor de 178.000 soldados en servicio, además de unos 460.000 militares de reserva, en un país donde además es obligatorio hacer el servicio militar para los mayores de 18 años, con escasas excepciones.
Asimismo, Israel cuenta con unos 2.200 tanques de batalla principal y 700 vehículos blindados. En cuanto al poder naval, cuenta con 67 naves de guerra -incluidos 5 submarinos- y aproximadamente 90 misiles balísticos y un estimado de 90 ojivas nucleares.
Según el más reciente análisis del IISS, destalla que Israel ha mantenido una superioridad aérea casi total sobre sus adversarios regionales. "En Gaza y el Líbano, el uso masivo del poder aéreo por parte de Israel ha degradado sistemáticamente las capacidades militares de Hamás, la Yihad Islámica Palestina y Hezbolá, a la vez que ha minimizado la exposición de las fuerzas terrestres israelíes", detallan.
Consultado por Emol, Jorge Sanz, analista internacional de la UDD, comenta que "las fuerzas se estructuran de acuerdo a los peligros, a las adversidades, a los riesgos, a las amenazas. Por tanto, lo que tiene Israel es una fuerza militar tremendamente poderosa por el entorno que tiene. Todo lo que está alrededor de Israel son potenciales enemigos y muy fuertes".
"Entonces, más allá de cuán poderoso puede ser el ejército de Israel, lo que tiene es una fuerza de defensa organizada, estructurada, conjunta, que es tremendamente potente para la amenaza que tiene. Entonces, porcentualmente, y de acuerdo a la amenaza, es uno de los ejércitos más poderosos del mundo", añade.
Asimismo, subraya que es un ejército tecnologizado, con una industria militar que apoya a la fuerza con mucha potencia y con mucha capacidad, con elementos de primera línea, "con tanques y aviones de primera línea, sin olvidar que tiene un apoyo en arsenales, en sus arsenales de Estados Unidos, lo que tampoco es menor".
De acuerdo al citado centro de análisis, la guerra le ha implicado significativos costos a Israel. De acuerdo a las estimaciones del Banco de Israel (BofI), los costos directos para el periodo 2023-2025 llegaron a US$54 mil millones hasta noviembre de 2023, pero aumentaron a US$69 mil millones hacia mayo de 2024.
En enero de 2024, el gobernador del BofI, Amir Yaron, calculó estos gastos en el 10% del PIB, y un 2% del PIB en pérdidas de ingresos. Asimismo, estimó que el gasto de defensa y el aumento del costo de la deuda, costaría un 1% adicional.