Resolver las listas de espera en solo dos años y construir hospitales son algunos de los destinos que pudieron haber tenido los montos que se destinaron a pagar licencias médicas irregulares. Al menos así lo grafican los montos que se han conocido hasta ahora tras el informe de Contraloría que dio cuenta de que más de 25 mil funcionarios públicos viajaron al extranjero mientras tenían este permiso médico.
Ayer, en su exposición en la Sala del Senado, la contralora general de la República, Dorothy Pérez, respondió al senador Alejandro Kusanoviv (Ind) quien planteó dudas respecto al gasto aproximado de US$30 millones al mes en licencias médicas.
"Yo quiero recordar que un hospital pequeño vale 30 mil millones de pesos, que es US$30 millones más o menos, aproximadamente.
Eso quiere decir que en este tipo de irregularidades se estaba perdiendo casi un hospital al mes, si hacemos esa extrapolación. Por eso es importante, en que se tienen que quirúrgicamente seleccionar donde se invierten los recursos para controlar estas fugas".
Consultado por Emol, el ex ministro de Salud y Decano Facultad de Salud UDLA, Osvaldo Artaza, comentó que sin duda que el daño financiero por el uso inadecuado de las licencias médicas es enorme de cara a las tremendas demandas insatisfechas de la población. "Pero el daño no es solo financiero, hay un efecto demoledor sobre la confianza pública y sobre la motivación y prestigio de muchos funcionarios que son honestos y comprometidos con el servicio público. El daño es enorme y mucho más que financiero", subrayó.
Listas de espera
Pero esos recursos también pudieron ser utilizados en otras urgencias en materia de salud, como el avance de las listas de espera. Ayer, el ex subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, dijo a CNN que en 2023 se gastó 1,1% del PIB, esto quiere decir un poco más de US$2.000 millones; y en 2024 fue un poco más de US$ 2.100 millones gastados en licencias. "Suponemos que hay aproximadamente US$400 o US$500 millones en licencias superfluas extendidas, licencias utilizadas con días extendidos, con otra finalidad", acotó.
"Si esos recursos se gastaran en la prestación de verdad, en el aumento de la accesibilidad, yo creo que con esos mismos recursos en dos años estarían las listas de espera solucionadas", subrayó Castillo.
En esa línea, comentó que "con un mayor control y eficiencia de gasto, y el traspaso del uso de aquellas licencias que se pagan y se usan de forma inadecuada se fuera al área prestadora, el sector prestador tendría muchos más recursos de los que tiene hoy día, y podría operar más tranquilo y resolver muchos más problemas de los chilenos".
"Estamos hablando de sobre US$300 millones si es que hay un verdadero control y se produce una reducción estadísticamente significativa de la producción de licencias médicas superfluas o ideológicamente falsas. Este dinero que se deja de gastar para el pago de licencias, si esta cotización fuera al pago de las prestaciones, sobre US$300, creo que la lista de espera que se ha ido acumulando, podríamos llegar a resolverla en un par de años con tranquilidad, ese es el impacto que tiene", subrayó.
En conversación con Emol, el exministro de Salud y ex presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, comentó que "esos valores pueden ayudar a disminuir la lista de espera, pero quiero insistir en que las listas de espera siempre van a existir, porque tú hoy día operas a una persona de cadera y mañana vas a tener a otra persona esperando la misma cirugía. Con esa pérdida de dinero se podrían haber bajado los días de espera; este gobierno prometió 200 días en una de sus cuentas pública, pero ha aumentado y está por sobre los 300 días".
Asimismo, precisó que esos montos también podrían haber sido utilizados en "potenciar la atención primaria, construir hospitales, formar especialistas, bajar el precio de un medicamento, contratar más especialistas. No quiero dar como ejemplo algo específico, pero se podría haber hecho todas esas cosas, como implementar bien la ley del cáncer, tener más disponibilidad de medicamentos para enfermedades raras, etc.".
Impacto en prestaciones de Salud
Por su parte, el exdirector de Fonasa, Rafael Caviedes, afirmó que en la década del '90, las isapres y Fonasa destinaban alrededor del 20% de la cotización a Salud; hoy día, tanto isapres como Fonasa han aumentado muchísimo ese gasto. "La isapre, sobre el 31% de la cotización, y Fonasa, cerca del 75% (...) en mi opinión, del 7% de cotización, Fonasa está gastando el 75% para financiar las licencias médicas, o sea, sólo les queda un 25% para financiar prestaciones de salud", dijo a El Líbero.
Al llevar el gasto actual en licencias médicas respecto al gasto que se hacía en los '90, "tanto isapres como Fonasa están pagando más de US$1.200 millones anuales, nada más que por esa diferencia", aumento que, según comentó, "no tiene una explicación epidemiológica (...) pero como se aprecia, el impacto que tiene para la economía del país, es gigantesco".
Exsuperintendente de Salud: "El 10% es malgasto"
Sebastián Pavlovic, académico de la Facultad de Medicina U. Finis Terrae y exsuperintendente de salud, aporta otros datos a este medio; según comenta, se puede estimar que un 10% de los subsidios por licencias médicas "es malgasto".
"El gasto total en Subsidio por Incapacidad Laboral (SIL) para el sector público, según el último informe de Horizontal, superó en 2024 los US$1.500 millones. Siendo conservadores, podríamos pensar que un 10% de eso es malgasto; esto se traduce en US$150 millones al año perdidos desde el sistema de salud. Es casi un hospital mediano al año", comenta.
En esa línea, afirma que "está muy bien que nos escandalicemos, pero además de buscar responsables, debemos aprovechar este escándalo para acordar reformas urgentes y necesarias en la regulación del sistema de licencias médicas en Chile, cambiando malos incentivos y fortaleciendo mecanismos de control".