Una explosiva alza en el robo de infraestructura clave para el suministro eléctrico del país se ha evidenciado en los primeros tres meses del año. Según información recopilada por la asociación gremial Transmisoras de Chile, segmento encargado de llevar la energía desde donde se genera hasta los centros de consumo, los robos a su infraestructura alcanzaron un daño patrimonial de casi US$ 1 millón en el primer trimestre del año. Para la asociación, lo más preocupante es que los delitos ocurridos en 2025 ya representan cerca del 60% del costo en robos que sufrieron en 2024. El año pasado, el gremio registró 49 robos. El mayor perjuicio, de US$ 1,2 millones, fue por la sustracción de conductor de cobre, pero también hubo saqueos de perfiles de torres por US$ 200 mil y otras sustracciones de material, por US$ 200 mil. Durante los tres primeros meses de 2025 ya registran 40 delitos. Para dar cuenta de la magnitud de este incremento, el gremio señala que el costo causado este año equivale a la mitad de todos los robos registrados entre 2021 y 2023, incluyendo ambos años.
