En prisión preventiva quedaron este sábado los dos detenidos a quienes hoy la Fiscalía les imputó el delito de homicidio calificado, por la muerte del joven farmacéutico de 21 años, Francisco Albornoz, quien fue hallado el miércoles en la comuna de San Fernando, tras 12 días desaparecido.
Luego de una extensa audiencia que empezó a las 11.00 horas, el Octavo Juzgado de Garantía acogió la petición del Ministerio Público y ordenó que
Christian González, médico ecuatoriano de 31 años, y
José Miguel Baeza, un chef chileno de 41 años, quedaran bajo la medida cautelar más gravosa.
Además, se fijó un plazo de investigación de 90 días.
El viernes 23 de mayo, Francisco se habría reunido con los sujetos, y de acuerdo a la última señal de su celular, se encontraba en el sector de Plaza Egaña, en la comuna de Ñuñoa. De ahí se le perdió el rastro.
El 3 de junio, el médico extranjero se presentó junto a su abogado ante la Fiscalía y la PDI. A raíz de ello, la fiscal Rossana Folli instruyó a la Brigada de Ubicación de Personas (Briup) de la PDI a trasladarse hasta San Fernando, Región de O'Higgins, en concreto, en el sector del río Tinguiririca, donde finalmente el miércoles se encontró el cuerpo de Francisco.
Si bien en un inicio se reportó que el cuerpo no tendría lesiones atribuibles a terceros, de acuerdo a un certificado de defunción dado a conocer por The Clinic, el joven murió a causa de un "traumatismo encéfalo craneano".
Lo anterior se vio ratificado durante la audiencia de hoy, tesis que fue respaldada por el tribunal en esta instancia preliminar del proceso penal.
Esto descartaría la tesis del médico extranjero, quien habría deslizado la posibilidad de que el joven se hubiera visto afectado por una sobredosis.