La dupla Aguilera-Orellana se posiciona al frente de una de las batallas legislativas más emblemáticas del Gobierno: La tramitación del proyecto de ley de aborto.
Sin una mayoría sólida en la Cámara de Diputados, la tramitación del proyecto se vislumbra compleja. Desde la oposición y la Democracia Cristiana ya han expresado su rechazo incluso antes de iniciarse el debate, y no dan señales de estar dispuestos a ceder.
No obstante, desde el Ejecutivo insisten en que la discusión debe llevarse a cabo, y apuntan a avanzar lo más posible durante lo que resta de Gobierno, incluso si eso implica legislar hasta el 10 de marzo de 2026, el último día de la administración de Gabriel Boric.
La ministra de Salud, Ximena Aguilera, médico cirujano de profesión, y la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, periodista, deberán enfrentar como primer desafío la compleja travesía legislativa en las comisiones donde se discutirá el proyecto: Salud, Constitución y Hacienda. De estas, solo la Comisión de Constitución cuenta con mayoría opositora, lo que podría dificultar su avance.
Además, la semana pasada, por acuerdo de la Cámara de Diputados, se resolvió que el proyecto no será revisado por la Comisión de Mujer, marcando un primer revés político para Orellana.
Las polémicas de Orellana
La ministra de la Mujer no ha tenido un paso por el Congreso Nacional exento de polémicas, y ha sido objeto de críticas tanto por parte de la oposición como de personeros oficialistas en más de una ocasión.
Uno de los episodios que más complicó a la secretaria de Estado fue el caso del exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, formalizado por el delito violación y abuso sexual contra una subalterna. Si bien Orellana fue una de las últimas integrantes del comité político en enterarse de la denuncia, una serie de declaraciones por parte de la ministra desataron fuertes cuestionamientos en su contra. Además, se cuestionó el feminismo del Gobierno.
En ese contexto, durante una sesión especial en la Cámara destinada a abordar el controvertido caso, Orellana se defendió de las acusaciones de "doble estándar" por su manejo del caso Monsalve, y reprochó a toda la Cámara el silencio frente a denuncias de abuso sexual que involucran a parlamentarios en ejercicio.
"Aun así se nos acusa de doble estándar, cuando los hechos de la gestión del ministerio muestran todo lo contrario. Sí podríamos hablar del estándar de quienes, teniendo a un compañero de trabajo imputado por abuso sexual infantil reiterado, no han dicho una palabra", afirmó Orellana, en alusión al diputado Francisco Pulgar (Ind).
"No se dijo nada tampoco en esta Sala que me acusa de tener doble estándar cuando un diputado, vulnerando el secreto de sumario, se defendió de una acusación de acoso sexual, ¿Dónde estuvo ahí la protección?", dijo la ministra, refiriéndose directamente al diputado Enrique Lee (IND), siendo que no fue él quien vulneró el secreto. "No se dijo nada en ese entonces, pero se nos acusa nosotras que hemos demostrado con querellas y acompañamiento de doble estándar", añadió.
Finalmente, cerró su intervención con una declaración enfática: "No van a ser quienes han estado históricamente en contra de los derechos de las mujeres quienes nos van a decir cuándo se acaba nuestro impulso feminista".
Otra polémica que protagonizó la secretaria de Estado ocurrió cuando respondió por qué el Presidente se demoró casi dos días en remover de sus funciones a Manuel Monsalve.
El primer argumento que entregó Orellana fue que "no estamos hablando de un portero de un servicio público, estamos hablando de nada más ni nada menos de quien está a cargo de la seguridad del país". No obstante, aclaró que "eso no quiere decir que vaya a tener un trato preferencia, él no ha tenido un trato preferencial".
Sus declaraciones desataron una ola de críticas por "clasismo" y "falta de empatía".
Además ha tenido otros cruces como por ejemplo, cuando despidió a Isabel Amor de su cargo como directora del Sernameg de Los Ríos, a 48 horas de haber sido anunciada.
Las controversias de Aguilera
Por su parte, uno de los momentos más complejos para la ministra de Salud ha sido la tramitación de la ley corta de Isapres, en la que debió enfrentar críticas tanto desde la oposición como desde el oficialismo, y convertirse en el rostro de lo que algunos sectores oficialistas calificaron como un "salvataje" de la industria, tras la aprobación de la mutualización y el alza de los precios base.
Uno de los episodios más tensos se vivió cuando, en medio del debate, la ministra ofreció una entrevista en la que atribuyó a una "ideologización" la discusión sobre las Isapres.
"Estar como ministra en una situación tan crítica como esta no es fácil para nadie y además es un tema extremadamente ideologizado de un lado y del otro, por lo que lo tomo como parte del rol que a uno le toca. Como a las autoridades en la pandemia las criticaron mucho, son temas naturales a una situación que son de una complejidad relevante", señaló la secretaria de Estado, lo que rápidamente generó críticas por parte de parlamentarios de la Comisión de Salud.
A ello se suman los problemas estructurales que arrastra la cartera, como la falta de recursos para hospitales, las extensas listas de espera, la creciente inseguridad en los recintos de salud y también la reforma al sistema de Salud que no ha anotado logros importantes.
Qué opinan los diputados de la comisión de Salud
La diputada Ana María Gazmuri (Acción Humanista), integrante de la Comisión de Salud —instancia donde comenzará la discusión—, señaló que "es una buena señal" que el proyecto sea conducido por Aguilera y Orellana.
En particular, respecto de la ministra de Salud, indicó que "ha demostrado tener la capacidad de conducir tramitaciones complejas, como la ley corta de Isapres y la reforma al sistema de salud. Tenemos diferencias políticas, pero es innegable que tiene experiencia, conoce el Congreso y ha sabido tender puentes con distintos sectores, algo clave en discusiones de esta envergadura".
"Priorizar un enfoque de salud pública puede ayudar a abrir espacio a una discusión más transversal, incluso con sectores que tradicionalmente han mostrado mayor resistencia"
Diputada Gazmuri (Acción Humanista)
Sobre la titular de la cartera de la Mujer, agregó que "la ministra Orellana ha tenido un rol más acotado en lo legislativo, con un discurso que muchas veces está más orientado a un sector específico. Sin embargo, creo que una participación activa en esta tramitación la llevará inevitablemente a ampliar sus estrategias de diálogo y tender puentes más amplios, porque este debate requiere generar mayorías y convocar transversalmente. Demás está decir, que la articulación entre ambas carteras es fundamental y puede ser muy positiva, siempre que logren mantener una conducción clara y coherente".
En esa línea, la parlamentaria destacó que "me parece que priorizar un enfoque de salud pública no solo responde a una urgencia real —la clandestinidad existe y expone a las mujeres a riesgos graves—, sino que también puede ayudar a abrir espacio a una discusión más transversal, incluso con sectores que tradicionalmente han mostrado mayor resistencia".
En esa línea, el diputado Patricio Rosas (FA) planteó que "es esencial que un debate tan importante se dé en la Comisión de Salud, porque es un problema de salud pública. Otro enfrentamiento cae en ideologismos que no hacen bien a un problema que es sanitario. Así que creo que va a ser más bien una fortaleza que esté la ministra de Salud y también la ministra de la Mujer en el debate en la Comisión de Salud, con miradas distintas probablemente, pero complementarias".
El diputado Hernán Palma (Ind.), quien ha manifestado su incomodidad respecto del momento en que se presenta la iniciativa —ya que, a su juicio, esto debió haberse hecho al comienzo de la administración y no a nueve meses de su término—, opinó que "quienes lideren este debate deberán estar disponibles al diálogo, a recibir puntos de vista diferentes y ser muy estratégicas para no cometer errores no forzados en un parlamento que tiene vientos en contra".
