La madrugada del domingo, en medio de la soledad del desierto y con el uso de camiones, 26 postes de la red de distribución eléctrica en la comuna de Huara, en la Región de Tarapacá, fueron derribados para robar 4,2 kilómetros de cable de media tensión. El hecho, que sería obra del crimen organizado, nuevamente dejó sin energía eléctrica a la localidad costera de Pisagua, la cual en los meses de septiembre y noviembre pasado también vio suspendido su suministro por varios días debido a un robo de similares características, unos pocos kilómetros al oeste. El incidente es uno de los ataques más graves a la infraestructura eléctrica registrados en la región durante el presente año, donde se han registrado otros tres robos masivos que suman 43 postes derribados y más de 9 mil metros de cable de cobre sustraído en los sectores de Canchones y Soledad. "Las cifras demuestran el impacto creciente de esta actividad delictiva sobre la infraestructura eléctrica regional", aseguraron desde CGE.