La Brigada Investigadora de Delitos de Propiedad Intelectual (Bridepi) de la PDI desarticuló un centro clandestino de fabricación y distribución de vestuario falsificado en la comuna de Quinta Normal, Región Metropolitana.
El operativo terminó con la detención de una mujer mayor de edad, quien en su domicilio particular supuestamente fabricaba, acopiaba y vendía prendas falsas de reconocidas marcas.
De esta forma, la acción policial permitió la incautación de 1.940 prendas falsificadas, 1.800 retazos en confección y un computador que controlaba una máquina bordadora industrial, dejando esta última inoperable.
El valor de las especies incautadas se estima en más de $231 millones en el mercado.
El prefecto Daniel Ahumada, jefe de la Bridepi, explicó la relevancia de este tipo de operativos, dijo que la imputada fue apercibida, por lo que quedó en libertad.
Destacando que "las prendas de vestir falsificadas no solo afectan la economía de las empresas y el fisco, sino que también representan un riesgo para la salud pública. A diferencia de las prendas originales, los productos falsificados carecen de control de calidad".