El
Laboratorio de Criminalística de la PDI tiene hasta hoy un registro de
2.700 coincidencias o "hits" de balas. Estas han sido detectadas en más de un delito cometido.
Desde la implementación del sistema
IBIS (Integrated Ballistic Identification System) en la Policía de Investigaciones de Chile (2001), se han incorporado al sistema más de 33.000 evidencias balísticas, tales como vainillas y proyectiles.
Lacrim detalla que los hits generados por el sistema IBIS se han asociado mayoritariamente a
delitos violentos vinculados al uso de armas de fuego, siendo los más recurrentes los Homicidios y Homicidios Frustrados con Arma de Fuego, que representan cerca del 40% de los aciertos (40%).
Luego están los delitos contemplados en la Ley 20.000, que sanciona el
tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas y en menor medida los Robo con intimidación y Robo con violencia.
Desde la PDI destacan que "el fortalecimiento de estas tecnologías, junto con la cooperación interagencial nacional e internacional, en el intercambio de bases de datos, resulta esencial dada la naturaleza transnacional del crimen organizado en la región. Un claro ejemplo de ello, es la obtención de
580 hits gracias a un reciente convenio de colaboración entre los sistemas IBIS de la PDI y Carabineros de Chile, lo que se traduce en una poderosa herramienta unificada, basada en el trabajo mancomunado de ambas policías".
La Jefatura Nacional de Criminalística (Jenacrim) de la Policía de Investigaciones complementa con que "es una tecnología de vanguardia adquirida por la institución y considerada actualmente como la solución de identificación balística más avanzada del mundo, la que permite compartir y comparar grandes volúmenes de información e imágenes de muestras en una red de sitios de adquisición de imágenes, así como identificar de manera automatizada proyectiles o casquillos que probablemente coincidan".
Casos destacables
Dentro de los casos que para la institución son destacables está el que ocurrió el 18 de enero de 2023, cuando
un detective fue asesinado frente a su domicilio en Santiago. "Gracias al análisis de cámaras de seguridad y la comparación de vainillas, los peritos de la PDI lograron vincular al imputado con nueve delitos previos y con nueve armas distintas, utilizando el sistema automatizado de identificación balística institucional", señalan.
Posteriormente, el 8 de febrero del mismo año, "se logró la detención del sujeto y la
recuperación de tres armas, una de las cuales coincidía con la hipótesis previamente planteada en cuanto a marca, modelo y calibre. Se determinó, además, que dicha arma contaba con un sistema de automatismo artesanal sin precedentes, lo que motivó la emisión de una Alerta Morada por parte de Interpol a todas las agencias policiales del mundo".
Desde la PDI además apuntan que "el análisis de residuos de disparo (GSR), obtenido a partir de muestras recolectadas de manos o vestimentas de imputados, víctimas o testigos, constituye una herramienta básica en la investigación criminal que involucra armas de fuego. Esta técnica ofrece información objetiva sobre la vinculación de un individuo con un proceso de disparo, gracias a métodos internacionalmente aceptados, aplicables a munición convencional".
Cierran con que "la técnica de Microscopía Electrónica de Barrido con detección de Energía Dispersiva de Rayos X representa el estándar internacional, permitiendo observar directamente las partículas esferoidales de disparo y determinar su composición química individual. El Lacrim Central, mediante la operación de tres equipos de esta naturaleza, garantiza cobertura nacional para este tipo de análisis de alta precisión, procesando anualmente alrededor de 840 muestras de residuos de disparos, vinculadas a más de 290 investigaciones criminales complejas, homicidios".