Jorge Escobar, tío abuelo de Tomás Bravo, se refirió al veredicto absolutorio en su favor por el delito consumado de abandono de menor con resultado de muerte.
Escobar dijo en un punto de prensa visiblemente emocionado que "me siento bien. Emocionado por este veredicto que han dado los jueces", añadiendo que "son cuatro años que lo he pasado mal" y que "he sufrido mucho con todo este hostigamiento".
Calificando con un "mal trabajo" el de la fiscalía, afirmó que "han pasado cuatro años y no tenemos nada".
Por su parte, el defensor regional del Biobío, Osvaldo Pizarro, sostuvo que el veredicto "es contundente en varios aspectos", como que el relato de su cliente "fue reconocida como una versión permanente en el tiempo desde el primer día del desaparecimiento de Tomás hasta el día en que él declaró en el juicio".
"Fue una versión que él entregó de manera permanente sin ningún tipo de modificación y eso es valorado por el tribunal desde la lógica de la fiabilidad o la confiabilidad en su relato", añadió.
Continuó indicando que el imputado "nunca concurrió al lugar con la intención de abandonar a Tomás", sino que por el contrario: "Tomó la decisión, por cuidado y protección, de dejar a Tomás en este camino, que era un camino que era conocido por la familia, precisamente en una lógica de cuidado para efectos de poder, como un campesino, de bajar por esa quebrada para efectos de ir a buscar a los animales, por un tiempo aproximadamente de 10 minutos".
Agregó señalando que "el propio tribunal reconoce la existencia de que a través de la prueba pericial (...) se logró demostrar la posibilidad de que exista o haya existido una tercera persona que tuvo acceso a ese lugar y que probablemente podría tener algún tipo de responsabilidad en la desaparición de Tomás".
"Esos tres elementos para nosotros son relevantes, transforman este veredicto en contundente y, por lo tanto, como equipo de defensa (...), estamos muy contentos con el resultado", agregó.
Sobre la situación de Escobar, el defensor indicó que él está "muy contento, está medio choqueado en el fondo porque efectivamente el haber después de cuatro años y cuatro meses y quince días de haber sido perseguido por parte del Estado, por parte del Ministerio Público, siente un tremendo alivio, pero eso no le quita la pena que él lleva en el alma y el corazón de no saber qué fue lo que pasó con Tomás".
"Quiere saber y tener una explicación razonable de qué fue lo que ocurrió realmente con Tomás y que es un sentimiento compartido por toda la familia y por cierto por su madre", añadió.
La Fiscalía de Los Ríos realiza medidas intrusivas en torno al caso. Al respecto, el defensor espera que la sede del Ministerio Público "acceda a este veredicto, acceda a la sentencia que se va a dar a conocer el día 21 de julio, que la lea, que la estudie, que enmiende su rumbo investigativo y que efectivamente busque la verdad de lo que realmente ocurrió".
por su parte
