Este jueves la comisión asesora para la actualización de la Medición de la Pobreza en Chile (CMP) entregó su informe final al Presidente Gabriel Boric, con foco en cambios en el cálculo según ingresos.
La instancia convocada por el Mandatario en diciembre de 2023 surgió a partir de la idea de que "a medida que un país alcanza un mayor grado de desarrollo, cobra relevancia revisar y actualizar las metodologías de medición de la pobreza, de modo que reflejen de mejor manera los nuevos estándares de vida del país", menciona su página web.
Para su funcionamiento, la comisión contó el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, además de una secretaría técnica compuesta por destacados economistas, sociólogos y profesionales de las ciencias sociales.
Al respecto, la ministra de Desarrollo Social, Javiera Toro, mencionó que "cuando un país progresa, también tiene que evolucionar y ser más exigente en los instrumentos: cómo nos medimos y cómo medimos nuestra desigualdad. Por eso este Gobierno ha solicitado a una comisión técnica transversal de distintas disciplinas y saberes poder revisar la metodología que se utiliza tanto para la medición de la pobreza por ingresos como la medición de la pobreza multidimensional".
"Actualmente la pobreza se mide según la metodología que está vigente desde el año 2013. En función de las recomendaciones que en ese momento hizo una comisión asesora presidencial que recomendó que esta se actualizara cada diez años, eso es justamente lo que hemos hecho", subrayó la ministra Toro.
La titular de Desarrollo Social destacó el trabajo de los comisionados "que nos permite ir mejorando la manera en que nos miramos, en que tengamos instrumentos que reflejen adecuadamente la realidad social de nuestro país, y así podamos hacer políticas sociales poniendo en el centro las necesidades de las personas".
También el presidente de la comisión, el economista Osvaldo Larrañaga, explicó que "cuando los países actualizan sus mediciones de pobreza, en general tomen en cuenta las nuevas realidades, los nuevos datos y también el nivel de desarrollo a medida que se acrecenta, hace más exigentes cuáles son los mínimos sociales que la población entiende que deben satisfacerse para que las personas y hogares vivan una vida digna en lo material".
En esa línea, afirmó que "la comisión hizo un conjunto de propuestas, tanto en la misión de ingresos como multidimensional, pero es importante decir que estas son propuestas, son recomendaciones que no son vinculantes".
"La comisión es asesora, por lo tanto ahora le corresponde al Ministerio y a los objetivos del Estado revisar esas propuestas y de allí sacar en definitiva cuál va a ser la nueva medición de pobreza del país. Eso va a ser publicado en los resultados de Casen 2024".
Además, destacó que las medidas fueron aprobadas de forma unánime en la instancia: "Esta es una comisión transversal también en lo político, tenemos distintas maneras de entender cómo se realiza la sociedad y por eso tiene mucha valor que la gran mayoría de las propuestas fueran tomadas por unanimidad".
Pilares del informe
Sobre las propuestas realizadas por la instancia en cuanto a medición de la pobreza por ingresos, Larrañaga mencionó que una de las medidas es "reemplazar el criterio normativo calórico que tenía la pobreza vigente, en el sentido que la pobreza se medía en cuanto al gasto en alimentos y no alimentos que realizaba aquel estatus de la población que satisfacía una norma calórica de 2.000 calorías promedio por día".
En ese sentido, afirmó que "nosotros entendemos que es una norma que ya está obsoleta en nuestra sociedad. El problema aquí no es el déficit, sino el exceso de calorías y además de alimentación de alimentos de mala calidad".
"Proponemos entonces reemplazar eso por una canasta saludable que está en línea con los lineamientos y las guías alimentarias del Ministerio de Salud, y que hacen más bien énfasis en la buena alimentación y en la restricción especialmente de alimentos ultra procesados", sostuvo.
Además, el presidente de la instancia se refirió a la propuesta de "no seguir usando el alquiler imputado. Como otros ingresos, tiene distintos problemas. Entre ellos, que hace que familias no sean clasificadas como pobres de ingresos, aunque sus ingresos monetarios sean escasos, si es que el alquiler imputado le enseña un nivel de ingreso mayor que el de la pobreza". Esto, "entendiendo que esos son ingresos que no se pueden cambiar por alimentos y otros bienes".
En relación a esto, se propuso tener dos líneas diferenciadas: para hogares propietarios o viviendas cedidas, para así "representar el cambio que eso significa en el costo de vida".
"En tercer lugar, también proponemos pasar la medición a cantidades efectivamente adquiridas de los hogares, porque la misión vigente que se basa en la EPF (Encuesta de Presupuestos Familiares) del 2011. Esa información no estaba y esa comisión (del 2013) tuvo que hacer un supuesto que fue estimar las cantidades, asumiendo que los hogares pobres pagaban un precio que es más bien bajo y que en la práctica hoy día entendemos que no es así", añadió.
Sobre pobreza multidimensional, desde la comisión se propone "mantener las cinco dimensiones vigentes, pero pasar de 15 indicadores a 20, incluyendo aprendizaje escolar, cuidados, asequibilidad en la vivienda y otras más que actualizan y hacen más pertinentes a medición".
"También tenemos cambios en los indicadores existentes en términos de hacerlos más actualizados y un poquito más exigentes", adelantó el economista.
