Distintos son los temas que han marcado al Ministerio de Seguridad Pública, liderado por Luis Cordero, que cumplió tres meses desde que comenzó a operar (el 1 de abril de 2025).
La lucha contra el crimen organizado y los homicidios, son algunos de ellos, aunque últimamente se ha tomado el debate público el delito de secuestro.
De hecho, el Equipo de Crimen Organizado y Homicidios de la Fiscalía Nacional reveló que el ilícito aumentó en un 28% en la región Metropolitana, al comparar el primer semestre 2024 con el mismo periodo de 2025.
El delegado presidencial de la RM, Gonzalo Durán, sostuvo al respecto "se trabaja muy activamente con brigadas especializadas de la PDI, con secciones especializadas de Carabineros, por supuesto también la Fiscalía, especialmente ECOH que tiene un trabajo dirigido en particular a la comisión de estos delitos de mayor complejidad".
Otro tema que ha marcado a la nueva cartera, ha sido la instalación de los secretarios regionales ministeriales (seremis). Esto, porque recién el 30 de mayo el Ministerio informó que ya estaban las designaciones definitivas. Sin embargo, aún hay novedades al respecto.
Recientemente se comunicó que renunció la seremi de Seguridad Pública de Valparaíso, Jenny Arriaza, quien fue nombrada hace un mes pero cuyo decreto que la oficializaba nunca llegó.
En ese contexto, es que distintos parlamentarios de la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados realizaron un balance. Mientras algunos destacaron que Seguridad se haya separado de Interior e, incluso, resaltaron la figura del ministro Cordero, otros ahondaron en las críticas por la designación de los seremis.
Cristián Araya (P. Republicano), presidente de la Comisión de Seguridad, dijo que "lo positivo es que por fin se separó la seguridad del Ministerio del Interior. Era absurdo que quien debía coordinar al gobierno también tuviera que liderar la lucha contra el crimen organizado".
Ahora bien, sentenció que "el problema es el enfoque". "El propio ministro Cordero ha dicho que su prioridad será lo administrativo, echar a andar el Ministerio. Pero Chile no está para burocracia, está para ejercer autoridad. Esa postura confirma que el Gobierno sigue sin entender la magnitud del problema".
"El crimen organizado no espera. Lo que vemos es improvisación, poca capacidad de anticiparse y un enfoque más preocupado de la gestión interna que de enfrentar a las bandas que hoy dominan barrios enteros. Mientras el Gobierno celebra bajas marginales en homicidios, los chilenos siguen viviendo con miedo: encerronas, narcos, bandas extranjeras que operan como si esto fuera tierra de nadie", acotó.
En la misma línea, afirmó que "Chile necesita autoridad, control fronterizo real, expulsiones efectivas y leyes que respalden a Carabineros y la PDI. Si el Ministerio no toma decisiones firmes, terminará siendo una oficina más dentro del aparato estatal. Y eso, simplemente, el país no lo resiste más".
El diputado independiente-PPD, Jaime Araya, expresó por su parte que "el Ministerio de Seguridad se ha ido instalando lentamente y, por lo tanto, debiera poner el pie en el acelerador para empoderarse totalmente, y ser el más protagonista en el combate contra el narcotráfico, el crimen organizado, el terrorismo y también contra la corrupción".
"Es impresionante cómo el Estado está siendo desafiado por la ola criminal, y no hay tiempo que perder. Se debe fortalecer y dotar de recursos a las seremis para que en las regiones el Ministerio de Seguridad sea potente. No se puede estar a medias tintas, a media máquina o con recursos acotados, necesitamos urgentemente que las políticas de combate al crimen organizado estén desplegadas con toda su potencialidad", remarcó.
El congresista Andrés Jouannet, presidente de Amarillos, consideró que el Ministerio "es un buen proyecto" y "creo que hay un buen ministro, el ministro Cordero". Sin embargo, "creo que los representantes locales no están a la altura. En general hay un problema, porque en las regiones tenemos seremis de Seguridad que no están abordando el tema de fondo y tampoco hay una coordinación con los delegados regionales".
"Creo que hoy día lo que es la marcha blanca no ha andado bien porque, por ejemplo, el caso de la RM, el seremi no solo nadie lo conoce, sino que no tiene una política pública para la RM. Ahí se requería poner a una persona con bastante pergamino y que de verdad liderara el tema de la seguridad. Y en otras regiones, lo mismo. Aquí en La Araucanía falta una estrategia frente al terrorismo (...). Entonces me parece que tenemos un buen ministro, tenemos un proyecto interesante en el Ministerio de Seguridad, pero creo que la instalación ha sido lenta y respecto de los representantes regionales, esto es, la verdad que reprueban", precisó.
La diputada Gloria Naveillan (Partido Nacional Libertario) manifestó en primer lugar, que la nueva cartera "partió diciendo que no iba a haber marcha blanca, porque ya estaba todo más o menos armado, y resulta que hasta hace no mucho tuvimos puros seremis subrogantes, la gran mayoría dedicados a otra seremías, que tuvieron que asumir el cargo de seremis de Seguridad porque no tenían a las personas destinadas para ejercer el cargo".
En segundo lugar, expuso que "las cifras de homicidios y de secuestros -sobre todo- no cuadran por ninguna parte. Por más que el ministro de Seguridad ha tratado de bajarle el perfil, los secuestros han aumentado de una manera horrorosa. Entonces, la verdad es que no vemos un mayor cambio desde que está operando el Ministerio de Seguridad en este tiempo a lo que teníamos hasta antes de".
En ese sentido, dijo que "quisiera saber cuál va a ser realmente la política que se va a aplicar, porque hasta ahora cifras, estadísticas, igual que siempre, que no coinciden con la sensación de la gente, pero que al final del día embolinan la perdiz lo suficiente como para que la gente siga avanzando, siga avanzando, siga avanzando al despeñadero".
"Absolutamente al debe", cree el diputado Henry Leal (UDI) que está el Ministerio de Seguridad, pues "a tres meses no percibimos cambios significativos en la seguridad del país". "Yo creo que es importante la legislación, la institucionalidad, pero si no hay una actitud, una convicción de quienes lideran el Gobierno, es difícil que esto cambie" puntualizó.
"El presidente Gabriel Boric ya no va a cambiar el tema de la seguridad, de la inmigración, del crimen organizado, de los homicidios (...). Yo confío, sí, en que el nuevo gobierno que llegue, de un distinto signo político al actual, realmente la seguridad sea prioridad número uno y el Ministerio de Seguridad debe ser el más importante de Chile, con mayor recurso, con mayor tecnología para revertir las magras cifras que tenemos en los delitos, sobre todo los más violentos", expresó.
Por último, el parlamentario Andrés Longton (RN) afirmó que "es muy poco el tiempo para una evaluación, sin perjuicio de que un nuevo lineamiento basado en evidencia y una estrategia clara que deje atrás el plan Calles sin Violencia, que no ha resultado a pesar de los miles de millones que tiene a disposición, ya debería asomar, ya que la delincuencia no da un minuto de respiro".
"La salida después de un mes de la seremi de la región de Valparaíso ha sido una triste realidad de la poca capacidad para tener cuadros operativos y diligentes a cargo de la seguridad. Esperamos más audacia, empoderamiento y atrevimiento de una cartera que exige un mayor protagonismo en medio de la mayor crisis de inseguridad en la historia de Chile", terminó.
