Un
"gobierno de emergencia", donde no hay cabida para los llamados
temas valóricos, planteó el domingo
José Antonio Kast, proyectando lo que sería su eventual administración en caso de llegar a La Moneda.
La definición es parte de la estrategia con la que el candidato republicano busca ampliar su base de apoyo y llegar a un electorado más amplio que en la contienda de 2021, cuando ganó la primera vuelta con 28%, pero perdió en la segunda con un 44,1%.
En entrevista con El Mercurio, Kast dijo que "nosotros tenemos una postura clara (sobre temas valóricos), la ciudadanía la conoce, y no nos vamos a mover para hablar de temas que hoy día no son las urgencias sociales que la gente quiere que se solucionen".
Por ello, en vez de hablar de temas como el aborto, el matrimonio igualitario o la adopción homoparental, de los cuales Kast y el Partido Republicano se han mostrado contrarios, el abanderado se centrará en lo que ellos llaman como los "problemas reales de las personas" y donde identifica la seguridad y el crecimiento. De ahí además se desprenden tópicos como salud, vivienda y educación.
En republicanos insisten en que la postura de Kast en temas valóricos es "ampliamente conocida" y que no necesita reiterarla, más cuando los chilenos están preocupados de "las urgencias sociales" y darle solución a sus problemas cotidianos.
La situación del país y una crisis en diferentes aspectos que los llevó, dicen, a priorizar los temas y a hablar de gobierno de emergencia.
"Tenemos que restablecer el Estado, volviendo a tener seguridad, trabajo y una economía que vuelva a ponerse de pie. Luego podremos pensar en otros asuntos. La profundidad del daño que el gobierno de Boric deja, nos obliga a destinar los próximos años a reordenar la casa", opinó el diputado Stephan Schubert.
Por su parte, el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, explicó el domingo en el programa Mesa Central de Canal 13 que "llegamos a la convicción que es de tal magnitud la crisis de seguridad pública por la cual estamos atravesando que dividir a los chilenos en los temas en que todos tenemos nuestras posiciones (...) evidentemente que uno no deja pensar cómo piensa, pero me da la impresión que para poder ganarle al crimen organizado (...) necesitamos cierto grado de unidad nacional".
A su juicio, "en términos culturales uno puede seguir defendiendo en nuestro caso nuestras posiciones, pero no vamos a generar debates o conflictos que no nos permitan avanzar en recuperar la seguridad en Chile".
Lo que hay detrás
Pero más allá de los argumentos ligados a la contingencia país, en la oposición creen que el salir de la trinchera ideológica ayuda a Kast a evitar un flanco de conflicto para su candidatura, por lo menos así ha sido en el pasado.
Algo así ya ocurrió durante el último proceso constitucional conducido por los republicanos, donde apuntando a defender el derecho a la vida del que está por nacer, se les acusó desde la izquierda de querer instalar un retroceso en los derechos ya ganados.
Claudio Alvarado, director ejecutivo del Instituto de Estudios Públicos (IES), ésta "parece una estrategia acorde al propósito que ha transmitido su campaña (de Kast), en orden a definir ejes prioritarios para una eventual llegada suya a La Moneda. Se trata, además, de ejes coherentes con los principales problemas que inquietan a la ciudadanía y referidos a asuntos objetivamente relevantes y críticos. Dado que gobernar es priorizar, todo esto puede ser un activo para el futuro, en la medida en que logre articular estas definiciones de un modo que no le haga perder credibilidad respecto de sus bases".
"Ciertamente parece una estrategia con vistas a ampliar su base de apoyo electoral, pero fijar prioridades claras en seguridad, economía y migración puede hacer sentido a un público amplio, considerando la crítica situación que vive el país en esos planos", apuntó Alvarado.
Para el analista político y director de Administración Pública UNAB, Roberto Munita, "Jara y Kast tienen dos grandes mochilas: Jara arrastra la mochila del PC con todo lo que eso conlleva, y Kast la mochila del conservadurismo. Desde esa óptica, es una buena estrategia decir que él no se meterá en la agenda valórica".
Sin embargo, Munita recalcó que "para que sea una buena estrategia, no basta con anunciarlo, sino que va a tener que mantenerse firme durante su campaña. Y probablemente haya presión de grupos evangélicos, y otros grupos conservadores, para que matice esta aseveración. En síntesis, que sea estrategia de campaña y que sea un compromiso no son excluyentes; al contrario, para que la estrategia funcione debe ser realmente un compromiso".
Ricardo Hernández, Coordinador del programa de Política y Sociedad del Instituto Res Publica, consideró que lo dicho por Kast, "obedecer a la aplicación de un criterio de realidad ante las diversas crisis que enfrenta Chile".
A la vez que cree que Más bien "parece tratarse de un diagnóstico que también podría ser compartido por el comando de Chile Vamos. La idea de un gobierno de emergencia o de recuperación podría cooptar gran parte del próximo período presidencial, dejando escaso margen para impulsar políticas o reformas distintas a las de seguridad y reactivación económica".