El director (s) de Gendarmería, Rubén Pérez, defendió el actuar de la institución en la trama de errores que llevaron a que el sicario Osmar Ferrer -cuya identidad ahora estaría establecida como Carlos Mejía-, quedara en libertad.
La autoridad del servicio reaccionó a las voces que les atañen responsabilidad en lo ocurrido, entre ellas, la Corte Suprema, desde donde señalaron ayer que "a pesar de existir una orden vigente de ingreso en prisión preventiva en poder de Gendarmería de Chile, el imputado fue liberado por la unidad penal en la noche de ese mismo día, alrededor de las 20:00 horas, transcurriendo cerca de seis horas entre la notificación de la orden de ingreso en prisión y su liberación".
"No aceptamos que, a priori, se pretenda cortar el hilo por lo más delgado y que se diga que en el sistema penitenciario están los ripios, cuando esto no ha sido demostrado".
Rubén Pérez, director (s) de Gendarmería
Pérez afirmó en conversación con Radio Infinita que será el Ministerio Público el encargado de establecer "dónde está el nudo crítico" respecto a lo ocurrido, "y nosotros estamos a disposición siempre, al tenor de las actuales necesidades de seguridad que tiene el país y el sistema carcelario, de ir perfeccionando nuestros procedimientos, pero lo que no podemos decir y no aceptamos es que, a priori, se pretenda cortar el hilo por lo más delgado y que se diga que en el sistema penitenciario están los ripios, cuando esto no ha sido demostrado".
Luego reiteró: "nuestro personal, lo digo de la buena fe, actúa con rectitud, es gente proa, pero no aceptamos ser a priori tratados como corruptos cuya hipótesis se trata de instalar sin ningún indicio, es una responsabilidad y una falta de respeto, que traten al personal de Gendarmería de corruptos a priori, sin tener como demostrarlo". Esto, en referencia a que "en distintos momentos hemos escuchado estas expresiones de distintos actores, yo lo trato de atribuir a severo desconocimiento de cómo opera el mundo carcelario".
Cronología de los hechos
El director (s) repasó la cronología de los hechos, y detalló que el día miércoles 9 de julio recibieron la orden de ingreso a prisión preventiva del imputado, "luego, el día jueves 10 de julio, a las 12.11 horas, recibimos un oficio que se refiere a la liberación del sujeto, y se expresa por si mismo en el texto, no admite dudas, y no nos corresponde calificar el contenido, sino que atenernos al rigor gramatical del mismo".
Luego, a las 14.13 minutos de ese 10 de julio, dos horas después de esta orden de libertad, "se envía la misma orden de ingreso del día anterior que no constituye una contraindicación a la orden de libertad que se había enviado dos horas antes, porque el rigor en la redacción en el lenguaje utilizado por la magistratura, cuando se trata de rectificar algún fallo judicial o resolución, se expresa de manera de manera clara y se dice en esos términos, 'se modifica, se rectifica, se deja sin efecto', no deja lugar a la creatividad de cualquier individuo".
Con todo, la autoridad de Gendarmería recordó que el eventual incumplimiento de una orden judicial por parte de los funcionarios deriva en que incurran en el delito de desacato.
Asimismo, consultado por los dos sujetos que acompañaron al imputado afuera del recinto penitenciario -de acuerdo a las imágenes que han revelado las cámaras de seguridad-, Pérez aclaró que "son dos sujetos que salieron dentro del grupo de las libertades dentro del mismo rango horario. Ellos se mantenían en las inmediaciones del recinto y acompañaron al sujeto dentro su desplazamiento".
Procedimiento ante una orden judicial
Pérez detalló que los canales por los que Gendarmería se vincula con el Poder Judicial "son formales", y subrayó que desde lo normativo "y como hemos sido enfáticos y reiterativos, Gendarmería es un organismo disciplinado, jerarquizado y obediente, y le corresponde de acuerdo a lo que prescribe la normativa, cumplir las resoluciones de los tribunales de Justicia sin calificar el fundamento, la justicia ni la legalidad de las mismas".
Consultado por las fallas que se pudieron producir en el caso de la libertad del sicario, Pérez dijo que "no tenemos evidencia concluyente respecto a algún acto de negligencia o de otra naturaleza que recaiga en el personal de Gendarmería. Nosotros recibimos una orden; nos formamos temprano (...) y no nos levantamos dispuestos a desobedecer, sino que a obedecer, a las autoridades de Gobierno y de Justicia".
"En consecuencia, lo que hacemos es someter al procesamiento correspondiente la orden, verificar que no existan discrepancias de identidad, velar por la seguridad del sujeto para que no sufra agresiones en los desplazamientos internos y ejecutar la libertad en los tiempos -léase dentro de la jornada- en que se emitió la misma", detalló.
Cordero: "Cualquier anticipación de juicio es improcedente"
Consultado por las declaraciones de Pérez respecto a que "no se corte el hilo por lo más delgado" y que no se les trate como "corruptos", hoy el ministro de Seguridad Luis Cordero, desde una actividad en La Cisterna.
"Las instituciones perciben las críticas de modo muy específico. El coronel Pérez es una persona de larga trayectoria en Gendarmería y es reconocido también por su trabajo y por su seriedad", partió diciendo el ministro.
Sin embargo, expresó que respecto a los hechos que han ocurrido, "hay una investigación penal abierta que está llevando al fiscal Marcos Pastén, un sumario administrativo por parte del Poder Judicial y un sumario administrativo en Gendarmería. Nosotros vamos a estar a los resultados de esas investigaciones y cualquier anticipación de juicio por ahora nos parece improcedente", planteó.
"Lo que yo creo que es clave es focalizarse en lo importante y lo importante es la captura de este sujeto, trabajo que han iniciado las policías tan pronto se tuvo conocimiento de que él había sido liberado", zanjó Cordero.
