Cerca de 75 disparos fueron los que se percutaron la noche del lunes en contra de un hombre de 38 años y su hija de 7.
El acribillamiento ocurrió cuando las víctimas estaban en un auto de alta gama en la calle El Tabo, en la comuna de La Granja. Como consecuencia, el hombre murió, mientras que la niña fue trasladada en riesgo vital hasta el Hospital Padre Hurtado, donde perdió la vida horas más tarde.
Este caso es una de las últimas balaceras que ha marcado por estos días al país, agresiones que han ocurrido, incluso, en inmediaciones del transporte público.
El martes se reportó que un robo con intimidación en el interior de la estación Bío Bío de la Línea 6 del Metro de Santiago.
El hecho tuvo lugar a las 12.20 horas, cuando dos hombres forcejearon en el sector de torniquetes. Los involucrados se habían reunido para concretar la venta de un celular. Sin embargo, la transacción falló y uno de los sujetos sacó un arma de entre su ropa y disparó balines de acero contra el otro, hiriéndolo en su pierna.
Asimismo, un hombre de 27 años fue asesinado en la comuna de La Cisterna. La víctima fue atacada mientras se encontraba en el interior de una fuente de soda ubicada en plena Gran Avenida.
Desde la Fiscalía detallaron que el joven se encontraba consumiendo comida rápida junto a un grupo de amigos, cuando un sujeto desconocido efectuó múltiples disparos desde el exterior del recinto, uno de los cuales provocó su deceso.
Otro hecho que marcó la semana fue el homicidio de un hombre de 62 años cuando estaba junto con su hijo de 25 años haciendo una transacción de una videoconsola en Rancagua, Región de O'Higgins.
El teniente coronel Luis Rebolledo, de la Prefectura Cachapoal, el hecho fue registrado cerca de las 20.00 horas del martes en Villa Alameda. Detalló que las víctimas "concretaron una reunión con individuos que querían comprar una consola PlayStation, contactándolos mediante la aplicación Marketplace".
Agregó que "en el momento que estaban realizando la transacción y al mostrar el producto, los afectados son sorprendidos por otros tres individuos, quienes los agreden y percutan alrededor de dos disparos en contra de la víctima fallecida y otro disparo en contra del hijo".
La víctima fatal murió en el lugar, mientras que el joven de 25 años resultó herido y alcanzó a escapar.
Expertos
Diego Hernández, académico de la Universidad de Santiago (Usach) y especialista en seguridad publica y crimen organizado, explicó a Emol que estos hechos muestran que "la violencia asociada al crimen organizado es latente, lo que llama a reforzar el análisis y el control respecto de cómo actúan estas organizaciones criminales y también estudiar cómo están operando".
"La violencia vinculada con las organizaciones criminales es algo que no se va a detener de forma inmediata y el refuerzo sobre el control de este tipo de organizaciones es vital para poder mitigar el uso de la violencia", agregó.
"Se requiere un esfuerzo superior de las autoridades pertinentes en el control de las armas que se encuentran en poder de quienes no están autorizados legalmente a su porte y tenencia".
Mario Palma, abogado penalista y académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Finis Terrae
Planteó que uno de los principales factores que propician este tipo de ataques violentos es "el acceso a las armas que están teniendo las organizaciones criminales".
Por su parte, Mario Palma, abogado penalista y académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Finis Terrae, coincidió con Hernández y expuso que "la facilidad de adquirir armas en el mercado informal ha permitido en el último tiempo que las organizaciones criminales, y diversas personas que comenten delitos, tengan mayor capacidad de fuego".
"Esto no solo se refleja en las diversas balaceras que han afectado la vida y la integridad física de hombres, mujeres, y lamentablemente también niños, sino que demás en los enfrentamientos que protagonizan bandas rivales dedicadas al narcotráfico, y por cierto, también, en una realidad penosamente incorporada a nuestra cotidianidad nacional a través del sicariato", afirmó y a su vez planteó que "se requiere un esfuerzo superior de las autoridades pertinentes en el control de las armas que se encuentran en poder de quienes no están autorizados legalmente a su porte y tenencia".
Por otro lado, Pía Greene, investigadora Centro de Estudios en Seguridad y Crimen Organizado U. San Sebastián, indicó que "lo primero es que hay que investigar qué tipo de homicidios fueron los ocurridos para poder analizar lo sucedido como una tendencia o como situaciones aisladas en diversas comunas".
"Si estos están relacionados al crimen organizado se podría pensar en disputas territoriales o ajustes de cuentas, aunque no se pueden sacar conclusiones en un periodo tan corto de tiempo", cerró.