El lunes de la semana pasada, un grupo de personas abastecidas con mercadería se instalaron en la sexta cuadra de San Alfonso, desde su inicio en la Alameda, en pleno barrio Meiggs. Hoy, los toldos azules se expandieron y están a una calle de llegar a Blanco Encalada, tras tomarse la zona ubicada entre Toesca y Claudio Gay. A más de una semana de ese hecho, los vendedores formales del barrio acusan escasa presencia policial y de seguridad municipal. "Esto es tierra de nadie y eso da mucha pena porque me cuesta encontrar trabajadores que quieran venir a trabajar acá, a no ser que sean extranjeros, porque es arriesgado", señala el jefe de uno de los negocios afectados.