Ayer el 8vo Juzgado de Garantía decretó prisión preventiva para
Wilson Verdugo, el sujeto sindicado como autor intelectual del sicariato de su amigo,
José Felipe Reyes Ossa.
El comerciante, dueño de dos restaurantes "La Vaquita Sabrosa", es así el cuarto detenido en este caso, en el que en primera instancia cayeron los
tres sicarios venezolanos contratados para el crimen. Luego, Alberto Carlos Mejía quedó en libertad por un error aún sin responsables.
El crimen ocurrió el pasado 19 de junio, y a más de un mes son aún varias las dudas que quedan en el caso.
El intermediario
En su exposición de pruebas, el fiscal jefe de Alta Complejidad Oriente, Miguel Ángel Orellana, explicó el
rol clave de un intermediario, un sujeto que aún falta por detener.
Es un extranjero, no hay claridad aun si venezolano o ecuatoriano, que fue contratado por Verdugo para que él contactara a los tres sicarios.
Fue este sujeto, aún prófugo, quien le entregó a los autores materiales una fotografía de Reyes Ossa, el arma usada en el asesinato y las directrices de dónde y cuándo encontrarlo.
Además, Verdugo con él acordó el pago de 30 millones, de los cuales solo se alcanzaron a pagar 4,5. Por eso hoy su captura resulta clave en el caso.
Declaración clave
Crucial para avanzar en el caso ha sido la declaración de Yonder Emilio Blanco Veliz, uno de los tres venezolanos detenidos. De hecho, fue el primero al que llegaron las policías y quien señaló "no caeré solo" y les indicó dónde estaban los otros dos participantes.
Además, fue él quien alertó y reprendió a su abogada particular que Mejía había quedado libre. Fue ahí cuando recién las autoridades se enteraron del error.
Y también, de acuerdo a fuentes del caso, fue Blanco quien reveló la existencia del intermediario y quien inculpó a Verdugo. Incluso, señalan que el venezolano había trabajado para el último detenido.
Danza de millones
Primero se dijo que eran
$500 millones los que Reyes le prestó a Verdugo. Luego, las autoridades lo aumentaron a cerca de mil millones de pesos.
Altas cifras que ponen la duda en cómo hay manejo de tanto dinero. Para
Pilar Lizana, experta en crimen organizado, los prestamistas han existido siempre y hay en muchas ocasiones vínculos con las mafias.
"En el caso del prestamista nacional se ha visto que ha evolucionado el delito de la usura, ha evolucionado a estas mafias de prestamistas que muchas veces tienen redes internacionales. Y ahí, bueno, se van en el fondo relacionando distintos delitos y distintos grupos criminales que que básicamente han ido aprendiendo de los prestamistas chilenos, han ido evolucionando, han ido profesionalizando este delito de la usura, y ya vemos que ha alcanzado proporciones mucho mayores", considera.
Un conocedor de la realidad de Meiggs y de los involucrados, señaló a Emol que a Reyes Ossa "lo mataron porque el deudor no encontró mejor manera de que la deuda se extinguiera que matando al acreedor. El 'Rey' él era una persona que cobraba de manera muy violenta, él no era un prestamista formal, era un informal, y además el origen de los recursos que estaba prestando probablemente estaba vinculado a actividades de narcotráfico y de contrabando".
Agrega que "ese dinero que se prestaba, es dinero negro y producto de actividades ilícitas. Entonces la hebra que tiene el Servicio de Impuestos Internos es gigantesca, como el caso Hermosilla, porque puede llegar a unas redes muy grandes que pueden permitirnos identificar quiénes son los que están detrás realmente de todo el crimen organizado que hay en el barrio".
Detención del sicario
Antes que se conociera la detención de Verdugo, el gran tema era la errónea liberación de Alberto Carlo Mejía desde la cárcel Santiago 1.
Recriminaciones, sumarios, distintas versiones, pero aún pocas certezas de quién es el responsable del descalabro. Además, de la desprolijidad en no tener a tiempo su identidad real.
Esto, mientras Mejía está desde el 12 de julio fuera del país, tras cruzar por el paso Chacalluta de Arica hacia Perú. Hay Alerta Roja de Interpol para dar con su paradero, y la policía peruana señala que puede tener hasta cuatro nombres distintos.
