La jueza del Octavo Juzgado de Garantía, Irene Rodríguez, suspendida por un mes tras la polémica liberación de Alberto Carlos Mejía de su prisión preventiva, denunció que fue víctima de una supuesta amenaza a través de una llamada telefónica, sin embargo, todo se trató de una "confusión".
Tras la denuncia, personal de Carabineros llegó durante la tarde a la vivienda de la ministra y constataron que la llamada provenía de un conocido de la familia, comunicación se habría interrumpido, lo que provocó temor en la jueza y su familia.
Según consignó T13, el comandante
Francisco Gallos dijo que "ellos se asustaron por la situación mediática que están viviendo. A
l verificar los números telefónicos, confirmamos que se trataba de un conocido que había perdido la conexión".
"No se puede definir bien lo que se escuchó, pero en el contexto que están viviendo, se asustaron", añadió.
En entrevista con Meganoticias, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, fue consultado sobre la situación e indicó que "el procedimiento finalmente no se cursó, porque se había producido una confusión respecto al llamado que había ingresado y que era una persona conocida de la familia".