Aunque el sábado hubo 167 votos a favor (63%) versus 97 en contra respecto a la decisión de apoyar a la candidata oficialista Jeannette Jara, en la Democracia Cristiana hay varias voces que han manifestado su decepción ante los resultados.
Algunos han hablado del "ocaso" del partido, con esta determinación que no sería más que demostrar el problema institucional que viene arrastrando la tienda falangista hace años; o incluso, que se ofrecieron cupos parlamentarios para que se diera tal respaldo. Esto, porque en la junta nacional también se aprobó hacer una lista única parlamentaria con las tiendas del oficialismo.
Otros, en tanto, apuntan a que la definición termina por abandonar el electorado, e "izquierdiza" la propuesta de la tienda, lo que iría en contra, dicen, de los principios de la Democracia Cristiana; y en ese mismo sentido, advierten sobre los riesgos por haberse sumado a una campaña sin un programa claro, con la entrega de un "cheque en blanco".
Así, son varios los que han afirmado que hoy inician un proceso de "reflexión" de continuar en la DC, lo que inevitablemente ha traído de vuelta el fantasma de éxodos de militantes históricos que ha enfrentado la falange, como en 2018 y 2022.
Las disidencias
Lo había anticipado y cumplió con lo señalado. El hasta el sábado presidente de la DC, diputado Alberto Undurraga, renunció a su cargo tras calificar como un "error" el apoyo del partido a Jara.
A través de una carta enviada a la militancia, el extimonel sostuvo que el partido "abandona nuestro electorado izquierdizando nuestra propuesta". Eso sí, dijo respetar la decisión de la Junta Nacional: "Es soberana".
Undurraga también recordó que en marzo pasado, la Junta Nacional lo había proclamado como candidato presidencial, "responsabilidad que asumí con compromiso y entrega, hasta que decliné por las razones que expresé en su momento. Planteamos la propuesta de dos primarias para así convocar a miles de ciudadanos que no se sienten convocados por el oficialismo. No fuimos escuchados y no participamos en las primarias porque no podíamos comprometer un apoyo a candidatos del PC y del FA. De hecho, hoy el centro progresista no tiene candidatura presidencial".
Por su parte, la exsenadora Carolina Goic, fue aún más tajante en los argumentos, y planteó esta mañana -a Radio Universo- que lo ocurrido el fin de semana es el resultado de una "institucionalidad desgastada" en la tienda. A su juicio, "es el ocaso" de la colectividad y la decisión del sábado es "una frustración para muchos", donde se habrían transado "cupos parlamentarios por principios".
Respecto a los principios de la tienda, enfatizó: "la DC, en lo que aprobó, se transforma en un partido de izquierda. Renuncia a ser una alternativa, y creo que en esto es mejor la franqueza frente al electorado, y eso es lo que más me duele (...) la DC de los grandes acuerdos, de la mirada país, se terminó el día sábado".
El expresidente de la DC, Juan Carlos Latorre, había apuntado antes del sábado a los "riesgos" de que la tienda apoyara una candidatura presidencial sin condiciones políticas claras. Según dijo a Radio Pauta, "no nos parece conveniente que hoy día el partido, sin conocer un programa, sin tener un acuerdo o coalición estructurada (...) firme un acuerdo que nuestras bases (...) no van a cumplir". Además, enfatizó en la necesidad de que la DC llegara a noviembre con una opción propia.
Este lunes, el extimonel fue enfático al expresar su descontento por lo ocurrido el sábado. "La junta nacional ha tomado una decisión inadecuada, poco reflexiva y muy dañina para el futuro del partido", apuntó.
Reacciones en regiones
En regiones también hubo voces disidentes. El alcalde de Coyhaique, Carlos Gatica (DC), expresó que desde los 14 años milita en la tienda, "y sin duda alguna, este es el momento más difícil que me ha tocado vivir. Respeto la decisión de la junta nacional, pero no la comparto. La DC nació para construir puentes y no para diluirse en alianzas que contradicen su historia. Nuestro electorado nos pide coherencia y no conveniencia política".
"La DC nació para construir puentes y no para diluirse en alianzas que contradicen su historia. Nuestro electorado nos pide coherencia y no conveniencia política".
Carlos Gatica (DC), alcalde de Coyhaique
"Hoy, incluso defender esa coherencia trae costos. Basta con mirar los ataques de sectores extremistas en las redes sociales, agresivos e intolerantes", aseguró, junto con sostener que "seguiré defendiendo una visión humanista, comunitarista y centrada en las personas".
En la Región de Los Ríos también hay molestia. El presidente regional de la DC, Cristian Cuadra, afirmó que se trata de una definición "compleja" y que "no le da necesariamente vigor a las ideas y fuerzas que representa la DC". Asimismo, se sumó a las voces que apuntan a que existe un "riesgo importante" ya que "la institucionalidad se aleja del electorado democratacristiano", según recoge El Austral de Valdivia.
Frente a ese escenario, Cuadra aseguró que los próximos días y semanas serán clave, para determinar cuánto afectará esta decisión "la disponibilidad de nuestros candidatos en listas parlamentarias, así como a la estabilidad misma del partido".
"Un gesto desesperado" y disidencia "entre la espada y la pared"
Expertos coinciden en que la decisión de la DC representa un "quiebre" en su posición histórica, que pareciera haberse hipotecado por un "aire a corto plazo" para integrar un pacto, o en palabra de otros expertos, "un gesto desesperado" por conseguir cupos parlamentarios.
Miguel Ángel Fernández, subdirector académico de Faro UDD, subraya que "la decisión de la Democracia Cristiana de respaldar a Jeannette Jara, candidata del Partido Comunista, representa un quiebre con su posición histórica de humanismo cristiano y defensa irrestricta de los valores democráticos fuera y dentro país. Ella se forjó en la oposición a regímenes totalitarios desde sus inicios como Falange Nacional y en la posición que establecieron públicamente desde 1957".
"La disidencia de la DC queda, con esto a la deriva. Me parece que lo más honesto y prudente sería que renunciaran al partido, pero sé que no es fácil, porque con la ley antidíscolos, quedan automáticamente marginados de la elección de noviembre. Así que quedan entre la espada y la pared".
Roberto Munita, académico U. Andes y UNAB
"Así, el apoyo directo a Jara no es un acto de coherencia programática, sino un desesperado gesto de supervivencia electoral, priorizando cupos parlamentarios sobre principios políticos. Esto diluye su identidad y arriesga su relevancia en un Chile en el mediano y largo plazo".
En la misma línea Roberto Munita, académico U. Andes y UNAB, sostiene que la decisión de la DC "le da algo de aire al partido en el corto plazo: le permite mantenerse vigente e integrar un pacto que les puede dar más escaños que si fueran solos a la elección. Pero en el mediano o largo plazo, es una decisión que tiene muchos costos".
Esto, porque "izquierdizar el partido no garantiza votos —porque entran a competir con el PS, el FA y el PC— y, por el contrario, deja un flanco abierto en el centro político, que puede ser capitalizado por Amarillos, Demócratas o incluso por Chile Vamos. Además, al supeditarse a un bloque liderado por el PC, cuesta pensar que esta alianza sea algo transitorio. Todo indica que será una relación de dependencia permanente, y eso limita seriamente cualquier posibilidad futura de autonomía o reconstrucción desde el centro".
"La disidencia de la DC queda, con esto a la deriva. Me parece que lo más honesto y prudente sería que renunciaran al partido, pero sé que no es fácil, porque con la ley antidíscolos, quedan automáticamente marginados de la elección de noviembre. Así que quedan entre la espada y la pared. O se suman a la DC que apoya al PC, o se van para la casa. Así de simple", zanjó.