El último informe de la Fiscalía Nacional en torno a las cifras de secuestros extorsivos mostró un alza de un 2,1% de estos delitos durante 2024, en comparación al año anterior. No obstante el dato, desde el Ejecutivo han insistido en defender la baja en la cifra de plagios, lo que abrió un contraste en las interpretaciones del documento.
El texto, elaborado por la División de Estudios de la Fiscalía Nacional muestra que en la serie de 2014 a 2024, los delitos de secuestro han venido en alza. Si en 2014 se reportaron 360 plagios, en 2024 hubo 868, la cifra más alta registrada.
El reporte también señala que a partir de 2022 se produjo un "punto de inflexión", cuando los delitos pasaron de 492 en 2021 a 826 en 2022, es decir, un 68% más.
También se detalla que en los últimos tres años (2022, 2023 y 2024), el país ha mantenido más de 800 casos anuales de secuestro, consolidando este delito como una preocupación estructural. Eso sí, el primer semestre de 2025 muestra una disminución del 29% en los ingresos de delito por secuestro.
La "baja" que destacó el Gobierno
Ayer, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, destacó que existe una baja en la cifra de los secuestros, si se observan los "validados".
"Es importante basarse en los datos porque una cosa son los secuestros que son denunciados, reportados, y otra son los validados. Y respecto al mismo informe de la Fiscalía, los validados entre el 2022 y el 2024, si no me equivoco, bajaron", comentó. No obstante, subrayó que "esto no le quita gravedad al problema porque seguimos teniendo secuestros en nuestro país".
"Lo que sí han aumentado dentro de la clasificación de secuestros validados, como lo anticipábamos semanas atrás, son los secuestros extorsivos. Hasta antes de estas cifras, el principal secuestro asociado tenía que ver con razones familiares, y los secuestros extorsivos tienen una lógica desde el punto de vista del funcionamiento de las organizaciones criminales, y eso implica poner foco".
Ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero
Esta mañana, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, subrayó en tanto que "es necesario diferenciar respecto del informe del Ministerio Público dos partes. La primera, la que está vinculada al ingreso de denuncias y que están registradas como tal, y que han tenido un aumento del año 2022".
En ese sentido, destacó que "sin embargo, el foco del Ejecutivo, tal como lo señala la metodología del informe del Ministerio Público, que además está indicada en la página 8, lo que importa son, en opinión del Ejecutivo, los secuestros validados, es decir, aquellos que, una vez que se limpia la base de datos, cuáles son los que genuinamente están en esa condición. De hecho, el informe, a partir de eso, realiza la clasificación (de tipos de secuestros)".
"Considerando los secuestros validados, los números entre el año 2023 y 2024 vienen en descenso, y lo que es relevante es que, si usted considera denuncias o secuestros validados el primer semestre del año 2025, ese número también viene a la baja", subrayó Cordero.
Con todo, la autoridad comentó que "sin perjuicio de que este es un delito extremadamente grave, que tiene además ciertas particularidades para las organizaciones criminales, da cuenta de la eficacia, por un lado, de la intervención policial, pero también de la intervención de la persecución penal".
Asimismo, reconoció que una de las cosas que sí le preocupa al Ejecutivo, "lo que sí han aumentado dentro de la clasificación de secuestros validados, como lo anticipábamos semanas atrás, son los secuestros extorsivos. Hasta antes de estas cifras, el principal secuestro asociado tenía que ver con razones familiares, y los secuestros extorsivos tienen una lógica desde el punto de vista del funcionamiento de las organizaciones criminales, y eso implica poner foco".
Metodología de Fiscalía
Esta mañana, Ana María Morales, de la División de Estudios del Ministerio Público, abordó las diferencias de interpretaciones que han surgido con el Gobierno, y profundizó en la metodología del reporte.
En esa línea, precisó que se consideran inicialmente los ingresos de casos de secuestros entre 2014 y 2024 -que tienen un alza-, pero luego se hace una "limpieza en la base de datos", para poder observar qué tipo de secuestros son, y así poder clasificarlos.
"Lo que ocurre es que en esa limpieza nosotros eliminamos los casos de secuestro frustrado y tentado, entonces pueden haber más ingresos de casos", afirmó Morales a Radio Universo.
"Entonces, hay dos formas de mirar los datos. Lo que nosotros presentamos es la secuencia histórica (de una década) que para nosotros es bien relevante y eso es a partir de los ingresos. Entonces, la mirada que plantea el Ejecutivo es correcta, pero nos permite mirar solamente el trabajo que hemos efectuado de tipología en los últimos tres años (2022, 2023 y 2024)", subrayó.
El "punto de inflexión" y las "alertas"
Al analizar el informe, el director Ejecutivo de la Fundación Paz Ciudadana, Daniel Johnson, destacó el aumento del 37,8% de los secuestros en 2024, los que corresponden a tipologías relacionadas al crimen organizado, 10 puntos más que en 2023.
"Podemos decir que el aumento de los secuestros en Chile tiene vinculación con la instalación de organizaciones delictuales que están ejerciendo otro tipo de delitos extorsivos, entre ellos, el secuestro, y particularmente ocupándolo como un método para obtener recursos para desarrollar otras actividades delictivas también", subrayó a 24Horas.
Asimismo, dijo que si bien el porcentaje de personas extranjeras que aparecen vinculadas -ya sea como víctimas o victimarios- es del 25% (de ellos, el 63% son venezolanos y un 20% son colombianos), "en el resto, sobre el 70%, hay un porcentaje de imputado desconocido, por lo tanto, no sabemos la nacionalidad, entonces cuando sepamos esa nacionalidad es probable que encontremos un porcentaje importante de extranjeros también".
Respecto al punto de inflexión de 2022, Johnson afirmó que "no es casual". Por ese entonces, el delito de secuestro "no estaba presente fuertemente en Chile ni en otros países de Latinoamérica, pero sí concentrado en algunos países. Lo que pasó en 2022 fue la post pandemia, y como en la pandemia se cerraron las fronteras, toda la migración se empezó a hacer 'más ilegal' porque no había la posibilidad de migrar legalmente, y esa migración ilegal trajo aparejada organizaciones dedicadas al tráfico de personas, que lucraron mucho con eso y que se expandieron por Latinoamérica, y eso llegó a Chile también; y esos extranjeros luego migraron a otro tipo de negocios extorsivos".
Con todo, el experto enfatizó que el delito del secuestro extorsivo es muy poco denunciado. "Cuando a uno lo secuestran, si paga lo que le están pidiendo, normalmente hay una amenaza muy grande. Si ya fueron capaz de secuestrarme, mañana me pueden matar, y por lo tanto, no voy a ir a denunciar a la policía. Entonces, los números que estamos mirando no son el total de secuestros, sino que son las denuncias que llegaron al Ministerio Público y uno podría esperar que sea una fracción menor del total".
Por su parte, Juan Castañeda, cientista político y académico de la Universidad Autónoma, destaca "tres focos" clave respecto al contenido del informe. "El primero, claramente es un fenómeno que se instaló en Chile y está muy vinculado a un modelo de negocios. A pesar de que uno puede descubrir que el secuestro era algo muy atípico en Chile, se descubre que hay un vínculo con la criminalidad organizada y el informe lo detalla de manera bien sucinta y bien clara. Sin embargo, las tipologías de secuestro que emanan del derecho son interesantes y eso nos permite identificar la complejidad del fenómeno del secuestro".
"Lo otro que es interesante, es la reflexión que hace con respecto a los imputados de este tipo de delitos. En general, son personas que tienen una trayectoria delictiva importante, son personas que se organizan, es un delito que se observa que es estructurado, planificado y es cometido por personas que tienen experiencia en la realización de fenómenos delictivos", añade.
En tercer lugar, remarca que "el informe está muy bien elaborado, es muy claro, se evidencia experticia en la recolección de los datos y su interpretación, pero quizás lo que se extraña y que probablemente en otros informes se dé, o quizás no forma parte del resorte de la fiscalía, son medidas preventivas que puede usar la población, o algunas sugerencias, sobre todo para la población que está en zonas mineras, el informe advierte que hay una presencia del fenómeno en las regiones del norte, en zona de Atacama y Antofagasta, y en el caso de la región metropolitana hay una concentración en la zona urbana céntrica de Santiago y en algunas comunas que tienen zonas rurales, como San Bernardo".