La suspensión de la denuncia por la campaña de desinformación en su contra, fue lo que anunció ayer Evelyn Matthei, en medio de las presiones surgidas al interior de Chile Vamos para evitar la judicialización de la contienda presidencial.
Es que la ofensiva de la ex alcaldesa no sólo tensionó las relaciones con los republicanos, a quienes vinculó con los ataques digitales en su contra, sino que de paso instaló algunas dudas sobre su apoyo a José Antonio Kast, en un eventual balotaje. Esto en medio de las negociaciones por posibles pactos por omisión en la parlamentaria.
En ese escenario, es que la acción judicial de senadores de RN, anunciada el lunes por la propia Matthei, fue perdiendo apoyo en el bloque, desde donde dirigentes, parlamentarios y figuras del sector, llamaban a no perseverar en aquello y dar señales de unidad.
Esto mientras Matthei continuaba su despliegue en medios, haciendo sentir su molestia por los ataques que ha recibido e incluso emplazando a Kast a condenarlos.
"Hago un emplazamiento a todos los candidatos presidenciales a no utilizar las redes sociales para denostar a los adversarios, deteriorando nuestra democracia", sostuvo Matthei durante la tarde del miércoles, advirtiendo de paso que "hemos suspendido esta acción condicionada a que se ponga término a este tipo de conducta".
Costos y beneficios
La decisión no sólo fue bien recibida en Chile Vamos, sino que también en el Partido Republicano desde donde Kast manifestó que "valoro la decisión de Evelyn Matthei y de Chile Vamos de poner los intereses y los sueños de los chilenos por delante, y de volver a encauzar esta campaña en las urgencias que demandan los chilenos".
Ambos se encontraron ayer en una actividad organizada por el Hogar de Cristo, donde protagonizaron un tenso saludo. Bajo ese contexto, Emol consultó a un grupo de expertos respecto al balance que se hace de la ofensiva de la candidata.
El director del Centro Democracia y Opinión Pública de la Universidad Central, Marco Moreno, opinó que "Matthei ganó un momento de protagonismo y tensó el eje con Kast, pero a costa de revelar su fragilidad interna y de perder control sobre el relato".
A su juicio, la candidata hizo "una apuesta arriesgada que, por ahora, parece haberle generado más costos que beneficios".
El director del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo, Gonzalo Müller, consideró que si bien "nadie gana con estos hechos. Pero tampoco era posible dejarlos pasar sin denunciarlos".
"Matthei como víctima de una feroz operación de desprestigio, a través de redes sociales. No tenía otra opción que exponerla públicamente y denunciarla. Eso bajo el riesgo de una pelea con José antonio Kast que fue escalando", apuntó. Aunque insistió en que "estos verdaderos sicariatos digitales se instalen en la competencia electoral le hace daño a nuestra democracia y deben ser condenados por todos".
Para Miguel Ángel Fernández, subdirector académico de Faro UDD, "más allá de las consideraciones morales o del contenido de las noticias falsas en la democracia actual, al analizar lo ocurrido en los últimos días, el balance parece ser más negativo para la candidata Evelyn Matthei".
Entre los elementos positivos, Fernández destacó "el hecho de que la dirección que tomó la candidata de Chile Vamos le permite distanciarse de José Antonio Kast, buscando apelar a un segmento del electorado que no se identifica con el eje izquierda-derecha y que resulta clave para una competencia en primera vuelta. De este modo, Matthei intenta posicionarse entre quienes tienen una evaluación negativa tanto de Jeannette Jara como de Kast. La gran interrogante es si logrará persuadir a esos votantes, y si ello será suficiente para volver a instalarse con fuerza en la carrera hacia una segunda vuelta".
Respecto a los costos de su ofensiva, Fernández cree que "generó tensiones al interior de su propia coalición -que solo la respaldó de manera tímida- y abrió un nuevo flanco para quienes critican su campaña. En segundo lugar, su arremetida tuvo efectos estratégicos que beneficiaron a sus adversarios: por un lado, al Partido Republicano le permite disminuir la presión sobre un eventual acuerdo parlamentario. Por otro, al oficialismo le entrega a Jeannette Jara la posibilidad de 'tomar palco' y contar con una nueva herramienta discursiva para golpear a la oposición: la falta de unidad para gobernar. Finalmente, Matthei parece haber perdido fuerza ante el electorado de derecha, que ve en su condicionamiento a un apoyo en segunda vuelta un error, especialmente frente a lo que representa para ellos la candidatura de Jara".
El académico de la Universidad Autónoma, Tomás Duval, cree que este fue "un problema más de las improvisaciones de Matthei, eso perjudica a su campaña y a los partidos. Eso dividió a sus propios partidos, me parece que ese fue el punto político más complejo. No creo que haya ganado nada, más bien fue una reacción para mover el escenario, pero de terminó dañando a la propia coalición más que establecer una línea de acción".
"Obviamente Matthei en la posición que está tiene que intentar mover la agenda si quiere ser competitiva en la primera vuelta. Para eso tiene que buscar estratégicamente cuál es su vía política, pero en este caso más allá del protagonismo, terminó con conflictos internos en su coalición en medio de la campaña (...) A 18 días que se inscriban las candidaturas, tampoco es positivo en esto cuando la oposición puede estar buscando niveles de aucerdo en ciertos lugares", precisó Duval.