Carabineros y Fiscalía trabajan para esclarecer lo ocurrido con la fuga desde la cárcel de Valparaíso.
Aton
Esta mañana, el director nacional (s) de Gendarmería, Rubén Pérez, entregó nuevos antecedentes sobre la fuga de tres internos de alta peligrosidad desde la cárcel de Valparaíso.
La autoridad confirmó la identidad de dos de ellos: Juan Israel González Quezada y Jairo Adonis González Miranda, ambos condenados por delitos de alta connotación pública. González Quezada cumplía presidio perpetuo calificado por ser quien disparó y dio muerte al carabinero David Florido en 2022. En tanto, González Miranda estaba en prisión por el robo con homicidio de la fotógrafa Albertina Mariana Martínez Muñoz, crimen cometido en noviembre de 2019 en Santiago.
El tercer implicado sería Claudio Alexander Fornes Vicuña, quien debía cumplir una condena de tres años y un día. Según información a la que accedió Emol, Fornes alcanzó a estar poco más de un año en la cárcel.
El director de Gendarmería señaló que "hasta minutos no existe evidencia que haga presumir que alguno de nuestros funcionarios haya actuado movido por alguna intención distinta a la distracción, a las condiciones climáticas que conspiraron contra una vigilancia efectiva".
Y agregó: "Para ir al grano, no tenemos indicios de algún acto de corrupción al respecto y, de existir algo, alguna presunción sobre el particular, se adoptarán drásticas medidas al respecto".
También entregó detalles sobre el contexto en que se produjo la fuga: "Todo hace presumir que el nivel de coordinación era bastante preciso, tanto respecto de los medios utilizados para concretar la evasión cable como respecto de la desaparición de las inmediaciones del recinto una vez que concretaron su propósito".
En ese sentido, advirtió que la cárcel de Valparaíso "es uno de los establecimientos con mayor población penal en el país, con una población que se caracteriza por sus altos niveles de violencia. Es de público conocimiento que existe sobrepoblación carcelaria en Chile, que ha aumentado notablemente la prisión preventiva", y acusó "deficiencias estructurales del sistema".
Junto con la falta de personal, Pérez señaló como factores que facilitaron la fuga "la falta de luz día, se produjo de noche, la niebla, el agotamiento del personal que cumple turnos extenuantes y las particulares características del edificio", además del "mérito que tienen los reclusos de haber desarrollado aparentemente una minuciosa planificación".
