Gran conmoción ha causado el caso de tortura registrado en el Hospital Base San José de Osorno, donde un funcionario diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA), hoy de 36 años, fue víctima de torturas por parte de cuatro colegas.
Ayer más de una decena de funcionarios, en su mayoría mujeres, realizaron una protesta en el hall central del recinto de salud para manifestarse en contra de cuatro funcionarios administrativos de la Unidad de Tecnología de la Información del área de Desarrollo del hospital por amarrar, golpear, vejar y torturar a un ahora exfuncionario.
De acuerdo a El Austral de Osorno, los hechos se conocieron el lunes tras la filtración de fotografías y videos en redes sociales que evidencian los abusos cometidos contra el trabajador, quien posteriormente renunció y se radicó fuera de Chile.
El medio tuvo acceso a cuatro registros audiovisuales en los que se aprecia cómo la víctima aparece atada de pies y manos con un cinturón, un cable eléctrico y prendas de vestir, además de ser amordazado.
Según revelaron, en uno de ellos se observa a un funcionario pasarle una aspiradora a vapor por el cuerpo mientras permanece en el suelo.
En otro, se ve a un colega introducir billetes en el cierre de su pantalón, justo a la altura de los genitales, para luego obligarlo a retirarlos con la boca.
En tanto, un tercer video muestra cómo lo rapan completamente, mientras que en el cuarto se observa a un compañero sujetándolo por detrás en medio de un forcejeo.
Las fotografías difundidas también lo exhiben con la cabeza envuelta en papel alusa.
Los hechos habrían ocurrido entre 2018 y 2020 en dependencias arrendadas por el Hospital Base de Osorno a la Universidad San Sebastián, ubicadas en calle Guillermo Bühler, frente al recinto. Pese a la gravedad de lo ocurrido, se realizó un sumario interno pero este no derivó en sanciones.
Nuevas denuncias
El hecho trascendió cuando en mayo de 2024 se ingresó una nueva denuncia presentada por una joven funcionaria, quien acusó a los mismos implicados en las agresiones al extrabajador por discriminación de género, lo que dio origen a otro sumario.
Esto llevó a la reapertura de la primera investigación, con nuevos antecedentes aportados, presuntamente por uno de los propios involucrados, quien habría roto un "pacto de silencio".
Pese a las indagatorias, dirigentes gremiales cuestionan que tanto el Servicio de Salud de Osorno (SSO), como la dirección del Hospital Base conocían los hechos y no actuaron oportunamente.
Franco Julián, dirigente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats) de Osorno, mencionó al citado medio que "existe una denuncia hecha por una joven trabajadora por discriminación de género y orientación sexual, donde los responsables vuelven a ser los mismos que participaron en una investigación anterior, cuyos resultados desconocemos".
Añadió que "en todos estos años no se han tomado medidas concretas y proporcionales a la gravedad de los hechos. Eso nos preocupa, porque van dos direcciones que tenían pleno conocimiento y no adoptaron las medidas correspondientes, existiendo evidencia fílmica. La reiteración de conductas obliga a reabrir ese proceso antiguo, lo que es gravísimo".
Dirección del hospital y fiscalía
En tanto, el director del Hospital Base San José de Osorno, Julio Vargas, confirmó que los cuatro funcionarios, de planta y a contrata, "ya recibieron sanciones por la segunda denuncia, entre ellas la suspensión de funciones. En cuanto a los vejámenes contra el extrabajador, también fueron notificados y están en proceso de apelación. Mientras tanto, fueron separados de sus labores habituales y reasignados".
Vargas indicó que "es una situación muy delicada y grave, que desde que conocimos nos pareció absolutamente inaceptable en un recinto de salud".
Si bien la dirección del hospital denunció ante la Fiscalía Local de Osorno la filtración de los videos que formaban parte del sumario, el Ministerio Público decidió abrir de oficio una investigación por el delito de tortura del funcionario con TEA.
La fiscal del caso, María Angélica de Miguel, señaló que "hemos tomado conocimiento de los registros difundidos en redes sociales y, además de la denuncia del hospital por la filtración, iniciamos una investigación por tratos crueles y degradantes hacia una persona".
"Sin embargo, lo que se observa en las imágenes va más allá: aquí hay derechamente actos de crueldad y tortura", sostuvo la persecutora.