Continúa el conflicto entre oficialismo y la oposición luego de que la Cámara de Diputados rechazara la idea de incorporar una multa a quienes no concurran a votar en contexto de sufragio obligatorio.
El rechazo por parte del oficialismo, dado que ninguno de sus diputados votó a favor del numeral que fijaba una multa de $34 mil a $204 mil por no sufragar, causó gran molestia desde la oposición, ya que aseguran que habría un compromiso expreso de parte del Ejecutivo de apoyar dicho punto.
Por ello, los jefes de bancada de oposición anunciaron que no tramitarán proyectos del Gobierno que se encuentren en comisiones, además que en el Senado un grupo de parlamentarios decidió abandonar la Sala en plena tramitación en señal de reclamo.
En concreto, la amenaza desde la oposición fue de no tramitar la agenda legislativa del Gobierno hasta que el Ejecutivo enmiende el rechazo provocado por la ausencia de votos del oficialismo, pese a que había mediado un acuerdo en el Senado con la oposición para debatir en paralelo la multa por no votar y una reforma por el voto extranjero.
Según consignó El Mercurio, fue el senador Rojo Edwards (PSC) quien propuso congelar la agenda del Gobierno en el Congreso y el presidente de RN, el senador Rodrigo Galilea, se alineó a la idea y sostuvo que "vamos a hacer todo lo que sea necesario".
El primer proyecto afectado fue el que busca para normar y abrir el mercado del cabotaje, al que La Moneda le ha puesto en varias ocasiones urgencia, pese a ser del gobierno anterior. Dicha iniciativa se encontraba en discusión de forma paralela a la votación de la Cámara Baja por las multas del voto obligatorio.
Sin embargo, tras conocerse la caída de la multa en la Cámara, senadores de oposición salieron de la sala, por lo que no se alcanzó el quórum para seguir con la sesión, dándose por terminada abruptamente. Esto, tras la molestia de los parlamentarios del bloque, dado que aseguraron que el Ejecutivo se comprometió con los votos para aprobar la iniciativa y les hizo firmar un acuerdo para que la posterior discusión del voto migrante y de la multa avanzaran.
Desde la oposición han sostenido la tesis de que la práctica del oficialismo se "salta" la Constitución, que mandata regular la multa por no sufragar. El senador Juan Antonio Coloma (UDI) alertó que "está en juego el cumplimiento de la Constitución con el establecimiento del voto obligatorio. Si eso no se cumple con una ley orgánica, es no cumplir un precepto constitucional. Y en segundo lugar, hay un acuerdo expreso con el Gobierno respecto de esta tramitación, que está firmado por representantes del Gobierno. Lo que ocurrió en la Cámara es de la máxima gravedad habiendo un compromiso del Gobierno".
"La protesta de la oposición"
De acuerdo a lo relatado por el citado medio, los timbres llamando a ingresar al hemiciclo para sesionar sonaban de manera insistente, pero los senadores de oposición parecían no oírlo y continuaban deambulando por los pasillos del Congreso. Al respecto el presidente del Senado, Manuel José Ossandón (RN), calificó la situación como "la protesta de la oposición".
Desde el interior del hemiciclo el oficialismo condenaba el actuar de los otros parlamentarios. La senadora Yasna Provoste (DC) cuestionó en una publicación de X que "la 'derecha 'taimada' en el Senado, incumpliendo el deber para el que fueron electos, que es legislar. Las derechas unidas demostrando lo que son: debilitan la democracia y son un riesgo para la institucionalidad. Los perjudicados de hoy fueron los artesanos y artesanas de Chile".
Otros proyectos que se encontraban en tabla y también se vieron alterados fueron el de ferias libres y otro sobre la Superintendencia del Medio Ambiente. La oposición pidió segunda discusión de casi todas las iniciativas, pero la falta de quorum para sesionar estuvo a punto de hacer fracasar la continuidad de la sesión por segundo día consecutivo.
El senador Daniel Núñez (PC) afirmó que "hay que transparentar que hay una actitud deliberada por impedir el quorum para sesionar del Senado, esto afecta a toda la tabla. La oposición no perjudica al Gobierno, perjudica al país, porque esto es paralizar el Senado, y esto hay que denunciarlo. Decidieron deliberadamente salir de la sala para boicotear e impedir que sesione el Senado".
A ratos los legisladores volvían al hemiciclo, por lo que era posible continuar con la sesión, pero no les fue posible realizar votaciones de leyes de rango orgánico constitucional.
El desorden oficialista
Desde la oposición han apuntado que la estrategia del oficialismo fue "ayudar" a la candidatura de la abanderada del sector, Jeannette Jara (PC), acusando que se busca beneficiar su cálculo electoral para desincentivar el voto extranjero "antiizquierda".
Según la encuesta Panel Ciudadano UDD, la carta oficialista registra un contraste significativo entre la cantidad de votos que puede obtener por parte del votante obligado 12%, versus el votante habitual, que le da un amplio 34%.
A mediados de agosto, Jara participó de un foro internacional de inversiones, donde arremetió contra las multas para el voto obligatorio y criticó que "cerca de 5 millones y medio de personas antes no habían votado y ahora van a ir a votar obligadamente, bajo un aviso de que si no van a votar les van a cursar una multa".
"Si a mí alguien me obligaran a hacer algo, bajo la premisa de que además me va a cursar una multa, yo iría enrabiada a votar. Enrabiada. Iría enojada. Y parece que a algunos candidatos eso les gusta. Por eso promueven más el enojo y la rabia. A lo mejor piensan que pueden con eso captar esos votos", acusó la abanderada PC.
A esto se suman los dichos de la diputada Lorena Fries (FA) sostuvo en conversación con CNN Chile que "de alguna forma el voto obligatorio para nosotros es excesivo que vaya entre los $30 mil y $200 mil. ¿Y por qué? Porque una cosa es que haya una obligación y que uno a través de la multa incentive".
"Yo no saco nada con castigar incentivo a través de una multa que sea apropiada. Pero si yo castigo, lo único que logro es que esas personas que van a votar vayan a votar con rabia, sin ganas", cuestionó la parlamentaria frenteamplista.
Sin embargo, se desató un gran desorden dentro del oficialismo por las diversas posturas internas. Esto, porque varios senadores se han desalineado con el bloque y han afirmado que están de acuerdo con reponer las sanciones.
El senador Juan Luis Castro (PS) expresó por su parte que el voto "debiera ser universal para todos los electores el carácter obligatorio con una multa definida. Está quedando algo que realmente es aberrante, que es una declaratoria de voto obligatorio, que en la práctica es un derecho a voto sin sanción. Eso es inaceptable".
Sin ahondar en el tema de los extranjeros, el senador Esteban Velásquez (FRVS) defendió también la multa: "Si no hay sanciones es una manera burda de dejar el sufragio voluntario (...). Soy partidario de aplicar multas significativas para quienes no voten".
Cabe mencionar que la oposición ha acusado a La Moneda de respaldar a Jara con su estrategia de eliminar la obligatoriedad del voto extranjero. Sin embargo, el Ejecutivo de todas maneras informó que insistirá en el acuerdo fallido en la Cámara.
La titular de la Segpres y quien ha sido apuntada entre los principales responsables por la caída de las multas, Macarena Lobos, sostuvo ayer que "nosotros ratificamos el compromiso del Ejecutivo de poder avanzar en dos cuestiones: uno, que los ciudadanos efectivamente tengan una multa por no votar. El proyecto pasó a segundo trámite y vamos a seguir las conversaciones que hemos llevado a cabo durante todo este tiempo para poder concretar ese acuerdo y poder avanzar en ese proyecto y, en paralelo, la reforma constitucional que nos permita hacer un debate serio e integral respecto al voto extranjero".
La senadora y presidenta de la comisión de Constitución del Senado, Paulina Núñez (RN) afirmó que "si el Gobierno mantiene el acuerdo, nos comprometemos a tramitar el proyecto con celeridad, de manera que el martes o miércoles de la próxima semana pueda ser votado en el pleno. Así aseguraremos que quienes no cumplan con su deber cívico de votar enfrenten una multa, garantizando que el voto obligatorio sea, efectivamente, obligatorio".
El revés de Elizalde
Otro que ha sido foco de críticas es el titular de Interior, Álvaro Elizalde. Los parlamentarios de oposición critican que cuando era senador del PS, se manifestaba a favor del voto obligatorio.
"Más y mejor democracia para Chile, es ese uno de los desafíos que tenemos (...) el deber de votar nos permite tener una mejor democracia (...) ¿concurrir cada 4 años a las urnas es una carga para los ciudadanos?, creo que no", mencionaba el ahora ministro en septiembre de 2021.
Una posición muy distinta a la que mantiene hoy en su rol en el Gobierno, desde donde ha marcado distancia a la idea del voto obligatorio con multas.
La trama que ahora tiene en jaque a Elizalde comenzó el 2 de septiembre del año pasado, cuando el proyecto seguía rezagado en el Senado. Para entonces, el Ejecutivo había propuesto una multa para todas las personas que no votaran.
Sin embargo, de cara a las elecciones municipales y regionales de octubre, Elizalde, entonces ministro de la Segpres, informó que la sanción solo se aplicaría a ciudadanos chilenos.
"El Presidente tomó la decisión de presentar un veto aditivo, agregando una norma nueva que establezca una sanción y que se aplique a los ciudadanos del país", afirmó entonces Elizalde.
Tras críticas de analistas y oposición, quedó establecido que también se extendería la pena a extranjeros que residieran en Chile hace más de cinco años.
El senador Matías Walker (Demócratas) comentó tras la caída de las multas en la Cámara que se firmó un acuerdo que comprometía que si la oposición apoyaba el voto extranjero, el oficialismo aprobaba la multa.
Dado que aquello no se llevó a cabo, Walker afirmó que "el malo de la película, otra vez, fue el ministro del Interior", y sostuvo que se comunicó directamente con Elizalde tras la votación en la Cámara.
"Yo hablé (con él), me manifestó su voluntad de cumplir el acuerdo. Nosotros esperamos que eso se traduzca en los votos, tanto en el Senado como en la Cámara y que los acuerdos se cumplan. El ministro se comprometió a cumplirlo. Y si aquello no ocurre estaríamos en un gran problema institucional", advirtió el militante de Demócratas a El Mercurio.
Por su parte, el senador Pedro Araya (PPD) dijo que "creo que el Gobierno ha tenido un muy mal manejo respecto del tema de los distintos proyectos que había para reponer el voto obligatorio. Hoy día estamos en el peor de los mundos (...) yo no sé si decir que fue el malo de la película. Yo creo que él no coordinó la película para que funcionara".
Asimismo, Elizalde se encontraría bajo fuego amigo. El senador Fidel Espinoza (PS), su compañero de partido, sostuvo que la ausencia del jefe de la cartera del Interior durante la votación en la Cámara, "demuestra que para el Gobierno hay categoría de importancia en los proyectos. Cuando hay un proyecto relevante está todo el gabinete, incluyendo la vocera empuñando su mano, pero cuando hay proyectos que no son de la total importancia para ellos ocurre lo de ayer".
Espinoza lamenta que Elizalde haya cambiado de postura desde septiembre de 2021, cuando incluso pidió tramitar con celeridad el proyecto de voto obligatorio. A su juicio, "sus dichos no son congruentes con su actuar (...) él debió haber estado encabezando las tratativas, para evitar que ocurriera el bochorno".