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Primer cara a cara de los ocho candidatos: ¿Quién ganó y quién perdió el debate? Expertos opinan

Los abanderados mejor posicionados apostaron por una estrategia "más cautelosa", aunque no pudieron evitar confrontaciones.

11 de Septiembre de 2025 | 10:00 | Por Daniela Toro, Emol.
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Los ocho candidatos presidenciales.

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Por casi tres horas se extendió el primer debate presidencial que contó con la participación de los ocho aspirantes a La Moneda. Y aunque todos los comando sacan cuentas alegres por la performance de los abanderados, lo cierto es que no todos se lucieron plenamente.

El encuentro tuvo rápidamente un primer roce entre José Antonio Kast y la candidata Jeannette Jara. Esto, a raíz del tema que ocupó parte de la agenda de la campaña en las últimas semanas; los cuestionamientos por la "red de bots" que reveló un reportaje de Chilevisión, misma señal donde se transmitió el debate.

Por su parte, la carta del PDG, Franco Parisi, optó por emplazar con más fuerza a la abanderada de Amarillos, Demócratas y Chile Vamos, Evelyn Matthei; aunque también lo hizo con Johannes Kaiser al consultarle cuándo dejaría de recibir su dieta parlamentaria mientras es candidato.

A juicio de los expertos, el candidato independiente Harold Mayne-Nicholls intentó desplegar una actitud conciliadora y de respeto, lo que lo hizo destacar en redes sociales y situarse como la "novedad" de la noche. Esto, porque además, era su primer debate presidencial y varios de sus planteamientos como carta a La Moneda eran poco conocidos.

Respecto al profesor Eduardo Artés, analistas coinciden en que se concentró en los temas que ha puesto sobre la mesa en otras candidaturas, especialmente ligados al combate al capitalismo y la apuesta por la organización del pueblo en varias dimensiones.

Kaiser, en tanto, no perdió oportunidad para emplazar a Jara por temas relativos a la migración irregular, y para ello la exhortó con el ejemplo de quienes cotizan no en Fonasa e igualmente se atienden en el sistema público.

¿Quién ganó y quién perdió el debate? Expertos ponderan el desempeño de esta primera instancia clave para los candidatos, tanto en línea de reforzar su imagen como generar primeras impresiones en algunos casos.

¿Quién ganó?


Consultado por Emol, Eric Latorre, director de magíster en gobierno y dirección pública de la U. Autónoma, pone en primer lugar el desplante de la candidata Evelyn Matthei, quien a su juicio "se vio segura, fue simpática y empática, puso el foco en el futuro con optimismo, destacando sus fortalezas como sus equipos y capacidad de gestión".

Asimismo, destacó el desplante que tuvo la candidata "al responder a los ataques, como el que hizo Franco Parisi", y que "en el cierre hizo mención a desafíos pero apela a la esperanza, un mensaje positivo que la diferencie de las disputas entre Jara y Kast".

Otro de los candidatos que destaca el experto en este debate es Franco Parisi, quien a su juicio "estuvo templado, atacó de manera coherente, pero sin agredir, fue firme pero respetuoso. Apostó a recuperar terreno frente a Matthei, la que también estuvo sólida". Asimismo, la carta del PDG "reiteró mensaje de apoyo a su candidatura y a su partido aprovechando rentabilizar el tiempo. Apeló a la meritocracia, a tener una oportunidad, lo que hace sentido a su electorado".

Por su parte, Pablo Andrada, académico del departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de La Serena, comentó que Harold Mayne-Nicholls fue quien mejor se posicionó al lograr ir "de menos a más, e instalarse como alguien razonable que logra confrontar a los extremos, sobre todo a Parisi con lo de instalar minas antipersonales (en la frontera norte), o la visión contra la mujer que podría tener Kaiser, y además, pudo dialogar".

"Quizás hay una saturación de lo extremo como discurso, y en ese sentido, creo que Mayne-Nicholls fue el que mejor se pudo mostrar; era más desconocido políticamente, y fue el gran ganador".

Andrada coincidió con Latorre en que otra de las performance destacadas en el debate fue la de Evelyn Matthei, quien "logró saber responder el ataque de Parisi, y también interpeló la quizá poca certeza en la propuesta económica de reducción de gastos de Kast".

Para Pablo Rodríguez, cientista político del Instituto Libertad, "los protagonistas del debate fueron Kast y Jara, con emplazamientos directos a lo largo del mismo, y con Kaiser tratando de polemizar con Jara y no con Kast. En tanto, Matthei eligió un tono más positivo respecto al futuro del país y no enfrentó a otros candidatos".

Por su parte, el analista político y académico de la U. Central, Axel Callís, dijo a Cooperativa que el ganador del debate fue Mayne-Nicholls, por cuanto "logró salir del gran desconocimiento que tiene y logró avanzar varios casilleros con respecto a su propia posición. No digo que vaya a amenazar a Jara, Kast o Matthei, pero logró darse a conocer, y quedó esta idea que es una persona distinta al resto, casi desde su amateurismo, porque en algunos minutos le sobraba el tiempo".

¿Quién perdió?


Para Latorre, uno de los desempeños más débiles fue el de Jeannette Jara, quien se vio "enojada, destemplada en muchas ocasiones, casi con faltas de respeto como cuando se negó a responder a Johannnes Kaiser".

También mencionó al candidato Artés, a quien pondera como "poco relevante, con las ideas de siempre. En el cierre volvió a apelar a los pueblos originarios y con un discurso contra el neoliberalismo".

Por su parte, Harold Mayne-Nicholls fue una suerte de "sorpresa" en este encuentro, y se le destaca principalmente su actitud conciliadora, de todos modos "propuso temas relevantes pero sin profundidad", lo que se evidenció en que en varias ocasiones le sobraba tiempo. "Sus ideas parecen un discurso buenista más que un programa presidencial", dice el experto.

Para Andrada, la candidata Jara también estaría situada en esta posición más débil, y "fue de más a menos" en el debate. El experto destacó el embate que le dio a Kast respecto a los bots y la respuesta que tuvo la carta oficialista cuando el republicano la emplazó respecto a que su hermano trabajaba en el canal privado, "pero luego no pudo mantener la intensidad, por lo que no se vio tan fuerte hacia el final".

Respecto al candidato José Antonio Kast, el experto plantea que "estuvo contenido, lo que suele ocurrir cuando un candidato va en primer lugar (de las encuestas), pero no tuvo grandes momentos. Eso sí, van quedar las imágenes de él siendo interpelado por Jara y por Matthei".

En la misma línea, Rodríguez comenta que "en general, se vio a un Jose Antonio Kast que no tomaba la iniciativa para responder los temas planteados por los periodistas. Se observó un estilo más conservador, esperando como se daba el debate para recién intervenir. Planteaba sus puntos de forma directa y con emplazamientos, pero reduciendo riesgos".

Para Callís, en tanto, Marco Enríquez-Ominami fue "más de lo mismo, muy comentarista del resto, y ese exceso de soltura al final se transforma en superficialidad. Es como si lo hubiéramos escuchado en 2017, con el tema del Estado. Uno hubiera esperado más conocimiento en base a la experiencia, sumado a que no tenga un programa o esté en desarrollo. Yo diría que fue la figura que desaprovechó más el debate".

Balance general del debate


Los expertos coinciden en que el debate fue un buen ejercicio de partida de campaña, donde los candidatos que debían arriesgar lo hicieron con los debidos resguardos.

Para Latorre, en el bloque de las preguntas entre candidatos, en general estos no lograron generar los debates que probablemente se esperaba. "El momento más álgido de ese segmento fue el emplazamiento de Parisi a Matthei por sus 'traiciones' a Piñera y Pinochet, el que la candidata de Chile Vamos sorteó muy bien".

"Los aspirantes mejor posicionados optaron por una estrategia cautelosa, salvo un par de escaramuzas iniciales. Prefirieron no arriesgar, evitando tanto confrontaciones directas como propuestas audaces que pudieran generar polémica. En contraste, quienes aparecían con menor respaldo en los sondeos aprovecharon la vitrina para proyectarse y ganar visibilidad".

Aldo Cassinelli, director Escuela de Gobierno U. Autónoma
Aldo Cassinelli, director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Autónoma, destaca por su parte que este primer debate "resultó inevitablemente complejo, incluso agotador, pero cumplió con un objetivo esencial: contrastar visiones y propuestas en torno a los principales problemas que preocupan al país".

"Escuchar a los presidenciables era una oportunidad para apreciar cómo enfrentarán los desafíos que recaerán en quien resulte electo. Sin embargo, los aspirantes mejor posicionados optaron por una estrategia cautelosa, salvo un par de escaramuzas iniciales. Prefirieron no arriesgar, evitando tanto confrontaciones directas como propuestas audaces que pudieran generar polémica. En contraste, quienes aparecían con menor respaldo en los sondeos aprovecharon la vitrina para proyectarse y ganar visibilidad", subraya.

Al igual que Latorre, Cassinelli coincide en que la "excepción" al tono del debate estuvo en la dinámica entre Franco Parisi y Evelyn Matthei. "La confrontación impulsada por Parisi rompió las reglas acordadas previamente, esto permitió que Matthei respondiera con firmeza, mostrando su mejor desempeño de la jornada".

"El balance final refleja que, más allá de la sobriedad del formato, la mayoría de los candidatos se mantuvo en una zona de confort, mientras solo algunos se atrevieron a tensionar la conversación política", cerró.