Como un complejo cara a cara se aquilató la performance de Jeannette Jara en el debate de este miércoles. La exministra fue blanco de críticas por parte de los rivales de oposición y de izquierda, quienes le enrostraron las debilidades del gobierno y la presionaron a entrar a la disputa.
Un caso emblemático fue el de Marco Enríquez-Ominami, quien intentó en sucesivas oportunidades provocar a la exministra de Trabajo, al punto de conminarla a sonreír puesto que la observaba "amurrada". La carta de Republicanos, José Antonio Kast; del Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser, y del Partido Comunista, Acción Proletaria, Eduardo Artes, también dirigieron su ofensiva a Jara.
"Incomodidad" y "dureza" es parte de los calificativos con los que se ha evaluado la presentación de la candidata de Unidad para Chile, en tanto se le vio fuera del perfil afable y carismático que la caracteriza y que fue un capital elemental para su triunfo en primarias.
Asesores de la militante del PC comentan bajo reserva que "el formato del debate era solo sufrimiento para Jeannette. Hubo cuatro candidatos que estuvieron permanentemente criticándola, comentándola, interpelándola, y por lo tanto, era casi imposible incluso poner ideas, y sin embargo lo hizo".
Del mismo modo, defienden el cruce que la candidata tuvo con Kast a raíz de la polémica por los bots asociados al Partido Republicano. "Tu tienes que reafirmar tu liderazgo impidiendo que otros puedan mentir", sostienen en el equipo de la candidata, donde si bien reconocen que no es positivo enojarse en los debates, consideran que esa mirada termina siendo "superficial" frente a la necesidad de interpelar la falsedades.
"Fue tan claro que José Antonio Kast luego se contuvo mucho", observan.
Un factor que asocian al asedio de críticas de la que fue objeto la exministra, es su competitividad. "Hay una candidatura que claramente es la que va número uno en primera vuelta, que es la de ella", destacan.
Otro colaborador de Jara apunta que "lo que demuestran todas las encuestas que hay una franja del 20 a 25% de voto indeciso, volátil. Eso hace que la derecha se concentre en Jara y la no izquierda también le intente drenar votos".
Por lo demás, apuntan a que los "candidatos chicos" utilizan todos sus recursos para llamar la atención en los formatos de debate, que son los que les da más oportunidades.
Por todo ello, en el comando naturalizan la seriedad de la abanderada. "Tenía que mostrar carácter respecto a imputaciones", se comenta. "Su actitud responde a esta dinámica en que están todos contra ella, eso la llevó a mostrar carácter, sobre todo en circunstancias que hubo violencia verbal".
Sobre la diferencia que Jara reconoció con el líder de su equipo económico, Luis Eduardo Escobar, respecto a la idea de dejar caer la propuesta de ingreso mínimo, en el núcleo de la candidata ven una virtud. "Los otros comandos también tienen diferencias internas. Lo importante es que prevalezca la opinión del candidato", afirman.
Al respecto, el diputado de Acción Humanista y vocero de la exministra, Tomás Hirsch, indicó que lo de Escobar "refleja que cuando ella sea Presidenta de Chile, va a ser ella quien va a tomar la decisión y va a conducir los destinos del país".
Sobre el debate, el parlamentario arguyó que "es evidente que hubo una suerte de todos contra Jara, y creo que eso refleja que es la candidata mejor posicionada para ser la próxima Presidenta de Chile, y por eso también todos los demás de algún buscan sacar algunos votitos a partir de la confrontación con ella. Pero ella creo que estuvo muy centrada en expresar cuáles son sus propuestas".
"Creo que la misma gira le ha permitido rescatar la percepción que tiene la ciudadanía, las demandas, las necesidades, las aspiraciones, y también las propuestas que hace la gente en regiones, y eso le permitió fortalecer lo que son los lineamientos programáticos que expresó también ayer: seguridad, desarrollo económico y sobre derechos sociales como salud, educación y vivienda", agregó.
Al respecto, la secretaria general del Partido Comunista e integrante del comité estratégico del comando, Bárbara Figueroa, apuntó que "siendo la candidata más fuerte evidentemente fue la que tuvo mayor cantidad de interpelaciones. Nosotros vemos una candidata sólida reafirmando las posiciones que nos han llevado hoy día a ser una voz reconocible, respetada y además valorada por la ciudadanía".
En cuanto a si faltó carisma, la expresidenta de la CUT observó que "fue firmeza lo que demostró nuestra candidata. Eso no tiene nada que ver ni se contradice con la empatía y la cercanía, lo que pasa es que acá se ha hecho una campaña de muchas mentiras y era importante que nuestra candidata eso también lo pusiera en claro y lo enfatizara porque eso también contribuye a una sana democracia".
