"Los bolivianos nacieron en el altiplano,
por lo tanto tienen disminución del oxígeno cerebral (...) Ellos son portadores crónicos desde el nacimiento de una encefalopatía hipóxica, que fue descrita y descubierta por un grupo de norteamericanos que andaba de vacaciones en Bolivia y se dieron cuenta de la bradipsiquia, ese es el nombre elegante para describir la 'tontorronez' de los vecinos y esto es crónico y no tiene remedio".
Esos fueron los polémicos dichos que la diputada independiente-RN María Luisa Cordero realizó en plena sesión de la Cámara Baja, generando el repudio de las autoridades bolivianas y del propio presidente Luis Arce, quien calificó como "inaceptable" su intervención.
Ahora, se sumó el canciller chileno Alberto Van Klaveren, quien también condenó las declaraciones de Cordero en el Parlamento.
"Rechazamos enérgicamente las expresiones xenófobas hacia el pueblo boliviano, las que no representan desde ningún punto de vista el sentir del Estado y del Gobierno de Chile. El racismo y la xenofobia son inaceptables", manifestó el titular de Relaciones Exteriores a través de su cuenta de X.
Por su parte, el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, se sumó a las declaraciones de Van Klaveren y afirmó que "nosotros tenemos la voluntad de seguir profundizados los caminos de convergencia a las mejores relaciones con Bolivia. De hecho, ustedes saben, no tenemos relaciones diplomáticas con Bolivia, pero no ha sido por oposición de Chile".
"Si las autoridades bolivianas, obviamente, quieren hacer valer un punto de vista, lo tienen que hacer a través de los canales regulares, y esto tendrá que ser evaluado por quien corresponda por parte de la autoridad chilena. Finalmente, tenemos que tener la mejor relación con todos nuestros países vecinos, y esa ha sido la lógica de las relaciones internacionales que Chile siempre ha promovido", complementó.