Los cuestionamientos del oficialismo –y del propio Presidente de la República– al Banco Central abrieron un nuevo flanco para La Moneda.
Esto, luego de que el ente emisor advirtiera sobre los efectos negativos en el empleo de políticas públicas que han incrementado los costos laborales, como la reducción de la jornada a 40 horas y el alza del salario mínimo.
Frente a ello, el Mandatario y parlamentarios oficialistas salieron en defensa de dichas medidas y deslizaron críticas al organismo.
"Tengo una discrepancia respecto a la visión que plantaron en el IPoM sobre las consecuencias de políticas sociales que han sido importantes, como el aumento del salario mínimo y su relación con el desempleo", señaló el Jefe de Estado en una entrevista con el programa Descabelladas de UChile TV.
Agregó, no obstante, que "es una cuestión totalmente debatible, que me parece legítimo poner en el debate".
Asimismo, defendió los avances en la materia: "Estoy orgulloso de que en nuestro Gobierno cuando llegamos el salario mínimo era de $350 mil y ahora es del orden de $510 mil. Es un aumento real del orden del 35%, muy significativo. He visto cómo le ha mejorado la calidad de vida a muchos y genera un incentivo a la formalización".
Posteriormente, autoridades del Gobierno y parlamentarios oficialistas replicaron los dichos del Presidente. Mientras que desde la oposición criticaron la arremetida.
El diputado Frank Sauerbaum (RN), integrante de las comisiones de Hacienda y de Trabajo de la Cámara, sostuvo que "a nosotros no nos extrañan las críticas del oficialismo, porque ya lo había hecho con otras instituciones independientes como el Consejo Fiscal Autónomo. Los diputados y el oficialismo no aceptan crítica alguna en materia técnica ni en materia política, por lo tanto, cada vez que se ven amenazados sus intereses arremeten contra las instituciones, es parte de la idiosincrasia de la izquierda".
Añadió que "nosotros creemos que es muy peligroso que se esté cuestionando la independencia del Banco Central, que es una institución prestigiosa a nivel internacional, que es la encargada, básicamente, de mantener los niveles de inflación a raya, cosa que ha sido un tremendo activo para nuestra economía y para nuestra institucionalidad".
Finalmente, advirtió que "es triste que grupos del Gobierno no entiendan la importancia de mantener la autonomía de la instituciones y las separaciones de las instituciones del Estado, justamente, para ejercer de mejor manera la labor que tiene cada una de ellas. El Ministerio de Hacienda tendrá la suya, el Ministerio de Economía tendrá la suya, pero el Banco Central podrá pronunciarse respecto a los resultados de las medidas que se toman con los hechos concretos, con cifras en las manos y no con algunas opiniones subjetivas. El Banco Central tiene una opinión objetiva en base a los datos y eso es lo que ha dado a conocer".
En la misma línea, el diputado Felipe Donoso (UDI) afirmó que "el Presidente y su Gobierno no asumen su responsabilidad y tratan de cuestionar la capacidad del Banco Central, una institución muy prestigiada en la historia de Chile, que le da prestigio a la economía chilena, que le ha dado seguridad a todos los chilenos. Hoy el Presidente decide criticarla por su falta de capacidad y de gestión en materia económica, falta de capacidad en entender que las medidas como las 40 horas sumadas al sueldo mínimo muy alto, sumadas a la mala gestión económica de este gobierno, generan desempleo ¿Y quiénes sufren? Principalmente mujeres y jóvenes que hoy día tienen menos empleo".
Por su parte, el diputado Agustín Romero (Partido Republicano) dijo que "hace tiempo los republicanos advertimos que las alzas del salario mínimo y la reducción de la jornada a 40 horas, sin crecimiento económico, iban a frenar el empleo. Hoy el Banco Central lo confirma. El Presidente debe ser muy cuidadoso al opinar, porque en su calidad de Jefe de Estado no puede cuestionar a un órgano autónomo desde lo que él cree o siente".
"El Banco Central no opina ni comenta: entrega informes y evidencia técnica. Cuestionarlo desde la subjetividad solo refleja desesperación, y lo más grave es que debilita la confianza que Chile necesita para salir adelante. La invitación al Presidente es a tomar el informe, revisarlo con seriedad y proponer medidas para corregir el rumbo. Y si hay puntos a criticar, que lo haga con evidencia técnica, no desde el mero voluntarismo ni desde la "universidad de la vida", concluyó.