Expertos en política analizaron este domingo la autocrítica que realizó la candidata presidencial del oficialismo y la DC, Jeannette Jara, tras el debate del día miércoles.
Ello, pues según la encuesta Black & White, la exministra del Trabajo cayó 6 puntos luego del cruce televisado de los ocho aspirantes a La Moneda (llegando a un 26%), mientras que un 37% consideró que tuvo el peor desempeño.
Durante la semana, y en conversación con Radio Universo, la abanderada comentó que "leí" el sondeo y "lo veo autocríticamente. Creo que por cierto, puedo haber sido mejor".
"La verdad, no había estado en un proceso en la cual casi todos los panelistas me interpelaran permanentemente. La verdad, pensé que esto iba a ser para presentar propuestas a la gente, consumí mi tiempo en interpelaciones cruzadas, pero claro, la responsabilidad es mía, así que la veo bien autocríticamente", complementó.
Profundizando en la razón, lamentó "no haber podido poner propuestas sobre la mesa y estar todo el rato teniendo que defenderme de ataques, yo creo que eso no fue una buena estrategia de mi parte".
Y, sobre la encuesta precisó que "cuando me va bien o me va mal, como en esta, la reviso siempre, pero lo que hago es seguir trabajando (...) y hacer los ajustes que tenga que hacer". Ahora bien, aclaró que esto "no tienen que ver con cambios de equipo, ni temas estratégicos".
¿Es bueno reconocer "la derrota"?
Mario Herrera, analista político de la Universidad de Talca, dice a Emol que la autocrítica de Jara apunta a reflejar sus atributos personales y, en cierto sentido, "la humaniza". Pero también, cree que es "reconocer que su desempeño en el debate no fue el mejor".
"Reconocer la derrota en algunos contextos puede ser bueno, particularmente cuando la conecta directamente con la ciudadanía. Sin embargo, la posición de Jara en las encuestas es difícil. Aún tiene un porcentaje importante de rechazo y, pese a haber menos competencia que en la oposición, su candidatura no logra superar el 30%. Por tanto, solo tendrá una oportunidad para la autocrítica, asumiendo que los tiempos de campaña se van estrechando y que le queda un largo trayecto si quiere constituirse como una opción mayoritaria", explicó.
Tomás Duval, analista político y académico de la Universidad Autónoma, manifiesta por su parte que el solo hecho de haber realizado en público una autocrítica, considerando que está posicionada en los primeros lugares de las encuestas, "es valorable". Sobre todo, desde un punto de vista ciudadano, y también, si es que hace los cambios necesarios para mejorar su campaña.
Ahora bien, el problema "profundo" que devela la autocrítica, según Duval, "es que sus dichos de 'todos me interpelaban y consumí tiempo en interpelaciones', es una debilidad estructural que afecta a su comando y asesores, que no son capaces de prever escenarios y preparar adecuadamente a la candidata Jara a los evidentes desafíos que tenía un formato conocido con antelación por sus asesores".
Todo ello, "sin descartar que además podría haber faltado profesionalismo a la candidata para asumir estos desafíos de los debates que, hasta ese entonces, la habían complicado en demasía, tanto, que optó por no asistir a muchos de ellos".
José Miguel Izquierdo, cientista político y director de IMAN COMS, considera en tanto, que "la forma en que Jara abordó la respuesta a una pregunta en una entrevista radial, es un error y se trata de una equivocación básica".
"Los candidatos no deben comentar encuestas, sino instalar sus propios mensajes. Haber entrado en el comentario es un error", precisó.
Asimismo, dice que "al desmenuzar el debate, vuelve a visibilizar la gran debilidad de su candidatura: carga con el continuismo de una gestión deficiente y con muchos flancos abiertos, en corrupción, en fracasos electorales consecutivos, en las peores cifras económicas de la década. Por lo tanto, si Jara no es capaz de hablar fuera del marco que fijan los otros candidatos y plantearse hacia el futuro y no el pasado, solo descenderá en las mediciones de opinión pública".
Por otra parte, Javiera Delgadillo, jefa de carrera de Administración Pública de la Universidad de O'Higgins (UOH), cree que la autocrítica "tiene que ver con una respuesta al entorno político que planteó incisivamente que ella estaba con una 'mala actitud'".
En ese sentido, asevera: "Yo me pregunto, ¿critican de igual manera a varones candidatos cuando están serios en los debates? Creo que es una muestra del machismo institucionalizado en nuestro país que aflora en los procesos electorales".
De presencia territorial a buscar al votante "moderado"
En cuanto a las modificaciones que debería hacer la aspirante y su comando, Delgadillo señala que "tienen que ver con la presencia territorial y el despliegue que puede seguir haciendo en regiones. Por cierto, puede haber una arista comunicacional que deba ser fortalecida, ya que hasta ahora ha sido un punto débil de la candidata".
Para Herrera sí o sí "tiene que hacer ajustes" y "el ejercicio de Matthei es la clave para su campaña, es decir, reconocer que debe refrescar su imagen e ir a buscar al votante moderado. Ese votante está buscando capacidad de diálogo y una apuesta segura hacia el futuro".
Jara, en cambio, "ofreció en el debate conflicto, discusión y poco espacio para las propuestas como ella misma lo reconoce. La diferencia con la renovación de Matthei, es que Jara no tiene un equipo tan desarrollado y su programa le ha presentado ciertos inconvenientes. Por tanto, su apuesta de renovación puede ir más por conectar directamente con la ciudadanía a través de sus atributos personales que seguir moviéndose en una disputa de contingencia".
Izquierdo, en tanto, sostiene que "el primer ajuste es abandonar la decisión de no enfrentar a los otros candidatos en público. Su decisión de no asistir a los foros empresariales es altamente ideológica y muy equivocada en términos de campaña electoral. Es así porque Jara dio mucho espacio a todos los candidatos para definir la cancha en la cual se jugaría la campaña: la seguridad, la probidad y la eficiencia en el gasto. Si ella no logra determinar a los otros sobre qué se discute -remediando el error que ya cometió- no tendrá cómo repuntar".