En
prisión preventiva quedó Javier Cuevas Barazarte, el sujeto que el 18 de septiembre
atropelló y dio muerte a una menor de 11 años en Pucón. El hombre lo hizo conduciendo en estado de ebriedad, ya que marcó
1,99 gramos por litro de sangre en el alcotest. Además dio positivo a cocaína.Cuevas, de 42 años, es reincidente, ya había sido detenido anteriormente por conducción en estado de ebriedad y tenía suspendida su licencia de conducir.
Fue formalizado por el delito de conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte y lesiones gravísimas, con licencia de conducir suspendida. Por todo esto, el Juzgado decretó su prisión.
La defensa de Cuevas había solicitado su internación para tratarse las adicciones y así no ir a prisión, lo que fue rechazado por el magistrado.
Para
Carolina Figueroa, presidenta de la Fundacion Emilia, "este caso no es aislado, refleja un patrón que seguimos viendo en todo el país. La mezcla de alcohol y cocaína en la conducción vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de ampliar la fiscalización por drogas y revisar la aplicación de la ley tolerancia cero y la ley Emilia. Cuando una menor de 11 años pierde la vida por culpa de un conductor en estas condiciones, y además reincidente, fallamos todos como sociedad".
Agregó que "desde los tribunales que no actúan con la fuerza necesaria hasta el propio entorno que tolera conductas de riesgo. La seguridad vial no se reduce a sanciones simbólicas, requiere un compromiso real, invertir en fiscalización efectiva, en políticas públicas coherentes y en un cambio cultural profundo. Cada vida perdida nos recuerda que debemos repensar la seguridad vial de forma integral, sin excusas y sin excepciones".
