Un equipo investigativo de la Universidad de Antofagasta se encuentra estudiando las
propiedades neuroprotectoras de plantas del altiplano que florecen en el Desierto de Atacama para prevenir o retrasar
enfermedades neurodegenerativas.
De acuerdo a El Mercurio de Calama, la investigación es liderada por la bioquímica del Laboratorio de Química Biológica de la casa de estudios Dra. Rafaella Zárate. El estudio cuenta con el patrocinio y financiamiento de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), y busca contribuir con una solución al envejecimiento de la población y sus patologías médicas asociadas.
La doctora Zárate explicó que este es el primer estudio de la Universidad de Antofagasta que explora y utiliza flora nativa de la zona para la prevención de enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer.
"Este proyecto responde a un desafío global y local como es el envejecimiento de la población y las enfermedades neurodegenerativas asociadas con esta etapa de la vida, por lo que es fundamental contar con estrategias que promuevan el envejecimiento saludable y la prevención de estos padecimientos", comentó la investigadora.
La bioquímica de la UA también subrayó que "esta es una oportunidad para avanzar en la validación científica de sus propiedades y explorar otros usos terapéuticos para otras patologías. Este proyecto busca explorar estas plantas de manera respetuosa y cuidando la biodiversidad. Es una oportunidad para valorizar aún más este patrimonio vegetal y promover su protección".
Investigación
El principal objetivo del proyecto es crear una línea de investigación interdisciplinaria con la misión de estudiar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson, los mecanismos responsables de la pérdida de la función y comunicación neuronal, así como estudiar estrategias para evitar o retrasar su aparición.
Para ello, se explorará el potencial neuroprotector de compuestos provenientes de plantas altoandinas que se han adaptado en ambientes extremos como el Desierto de Atacama.
Según consignó el citado medio, en el estudio se evaluará como sujeto de prueba el insecto, Drosophila melanogaster, especie conocida como "la mosca del vinagre", que, a pesar de tener un cerebro pequeño, es útil para este tipo de investigaciones, puesto que presenta circuitos neuronales bien definidos y ampliamente estudiados.
La investigadora explicó que "estas moscas comparten más del 70% de los genes asociados a enfermedades humanas y pueden padecer características de enfermedades relacionadas con la pérdida de neuronas, como problemas de memoria, de sueño o alteraciones motoras".
"Este modelo permite realizar estudios de validación funcional más rápidos y así, seleccionar aquellos agentes candidatos neuroprotectores para pasar a las siguientes fases de validación en otros modelos más complejos y de mayor costo. Finalmente, es un modelo amigable para el equipo de estudio, puesto que los experimentos y ensayos biológicos no requieren protocolos complejos", precisó la doctora Zárate.
Extracción vegetal
Según detallaron los científicos, para el proyecto se utilizarán plantas que una vez extraídas en el Desierto de Atacama se someterán a diversos procesos para terminar en un extracto vegetal que será colocado en el alimento que consumen las moscas.
Este procedimiento de la investigación es realizado por el Dr. Adrián Paredes, quien es investigador del Instituto Antofagasta y académico del Departamento de Química, y colabora con estudio.
Explicó sobre el procedimiento que "nosotros hacemos la extracción, que viene siendo el símil cuando uno prepara un té, cuando se remoja la bolsita en agua. Con eso extraemos los compuestos que son soluble en los distintos solventes, para después llevarlo a una fase líquida. Esto nos permite caracterizar los compuestos y purificarlos, para que se puedan utilizar en los sujetos de pruebas de enfermedades neurodegenerativas".
La doctora Zárate destacó que con el proyecto "se integrarán experiencias reales de investigación, al tiempo que generará la transferencia de conocimiento con impacto territorial. También se generarán nuevas oportunidades de bioinnovación, lo que ubicaría a la UA como referente de la macrozona norte en esta área".
Uno de los aspectos importantes que contempla el proyecto es la vinculación con la comunidad, lo que se verá reflejado en actividades de difusión sobre la investigación en establecimientos educacionales. Se suma el relacionamiento con comunidades del altiplano que tienen un conocimiento profundo y ancestral con la medicina botánica de las plantas presentes en esa zona.