El Colegio de los Sagrados Corazones de Concepción planteó su "compromiso con el derecho a la educación y con los principios de equidad e inclusión".
El Mercurio
Hace cinco años, ante la falta de establecimientos que brindaran la educación que su hijo requería, a partir de un diagnóstico de trastorno del espectro autista (TEA), la docente Estrella Luarte inició en Concepción el proyecto del Colegio Libre Küme Newen, orientado a enseñar a alumnos neurodivergentes. Soledad Soto, docente de 1° a 3° básico, detalla que el recinto "tiene una metodología diseñada para atender a niños con autismo y TEA de alto funcionamiento". Consultada respecto de si existen carencias o aspectos no abordados por la Ley TEA, la educadora advierte que "uno de los principales problemas es que no se consideraron implementos especiales para que los niños puedan hacer clases seguras de educación física".