La Corte Suprema analizó la solicitud de desafuero en contra del diputado de la UDI Sergio Bobadilla, petición presentada por la periodista Josefa Barraza, quien lo acusa de haber cometido el delito de injurias graves con publicidad, hecho presuntamente cometido en mayo de este año.
El máximo tribunal determinó rechazar dicho requerimiento por 8 votos contra 5.
El parlamentario recurrió a la Suprema luego de que la Corte de Apelaciones de Valparaíso acogiera la petición de desafuero, argumentando que las publicaciones y contenidos difundidos por Bobadilla en redes sociales constituirían un ataque a la honra de la periodista.
En su fallo, la Corte de Apelaciones sostuvo que "los términos utilizados en los mensajes insertos en su chat, que por esa sola circunstancia debe entenderse que los asume y hace propios, no dejan nada a la imaginación o interpretación acerca del animus injuriandi (dolo) que motivó su publicación".
El tribunal resolvió que "se acoge la solicitud requerida por doña Josefa Antonia Barraza Díaz y se declara que existe mérito y que, por ende, se hace lugar a la formación de causa en contra del señor diputado Sergio Bobadilla Muñoz".
Sin embargo, esta jornada la Corte Suprema revocó la sentencia y se rechazó el desafuero.
El conflicto
El conflicto se originó en mayo de 2024, luego de la publicación del reportaje "Toñito te puso en mi camino" por Radio Bío Bío, donde se revelaban supuestos intercambios de mensajes entre el líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, y la periodista Barraza.
Tras la difusión del reportaje, Bobadilla "procedió a reproducir, manipular y amplificar el contenido, difundiendo a través de su cuenta personal en la red social X un supuesto chat que decía: 'Héctor, tengo algo para ti'", según consigna el expediente.
Además, el diputado habría compartido el comentario: "Una periodista entregada a la causa". La periodista, en su declaración, afirmó que "el contenido difundido por el diputado es absolutamente falso. Se trató de una edición espuria en la que, además, se utilizaron imágenes mías sin consentimiento, con el único fin de dañar mi imagen pública, profesional y personal, mediante una relación falaz que pretendía vincularme ideológicamente con grupos radicalizados, ajenos a mi trabajo".