El Juzgado de Garantía de Alto Hospicio decretó prisión preventiva para once gendarmes, uno de ellos desvinculados de la institución, que fueron imputados por integrar una organización criminal que se dedicaba al trafico de drogas al interior de recintos penitenciarios de la Región de Tarapacá. La investigación, que se extendió por casi un año, determinó que los uniformados operaban en coordinación con civiles. Estos últimos serían los encargados de distribuir las sustancias ilícitas entre internos y entre los mismos funcionarios penitenciarios. Mientras, familiares o cercanos serían los encargados de las triangulaciones tendientes a ocultar el rastro de las triangulaciones tendientes a ocultar el rastro de las ganancias obtenidas productos del tráfico de estupefacientes. En el operativo policial se allanaron más de 20 domicilios en las regiones de Tarapacá, Biobío y La Araucanía y en dos centros penitenciarios. Junto con los arrestos se incautó casi 1,5 kilos de cannabis sativa, cocaína y ketaminas listas para su comercialización.
