A cerca de un mes desde que un avión cargado de aceite de soya se volcara en el lago Chungará, más de 60% de los 20 mil litros de óleo fue retirado de las aguas. Según registros de la Conaf, el derramamiento de aceite afectó gravemente la fauna del lugar, con la muerte de medio centenar de aves "que representan un 0,35% de la población promedio de la avifauna que habita en el lago Chungará". Lo anterior equivale a que casi una de cada 285 aves ha muerto. Los estragos, además, se han extendido a la Orestias chungarensis, una especie de pez de la familia de los ciprinodóntidos que vive únicamente en el Chungará. "Aún no ha podido ser determinado el daño", indica el organismo. También está pendiente determinar el impacto en aves migratorias o que no están todo el año en el lago, como flamencos, entre otros. A
casi un mes del inicio de la emergencia, de acuerdo con la Conaf, han sido retirados más de 12.460 litros de aceite, equivalentes a un 60% del total, sumado a la remoción de 23,2 toneladas de suelos contaminados en bofedales. En paralelo, dirigentes de cuatro asociaciones de ganaderos de camélidos de Parinacota exigen a la Cancillería que intervenga en el caso, por lo que califican como "desastres ambientales" generados por los derrames de combustibles que ocurren en la ruta internacional 11-CH. "Se requiere hacer efectivos controles hacia los transportistas bolivianos, que se exijan seguros y se lleven a cabo testeos para ver en qué condiciones desempeñan su labor", señala Conrado Blanco, presidente de la asociación de Guallatire, una zona casi deshabitada ubicada al sur del lago, junto a la frontera con Bolivia y cerca del salar del Surire.
