El pasado 23 de diciembre, la ministra y expresidenta de la Corte de Apelaciones de Santiago, Dobra Lusic Nadal puso fin a su carrera judicial de más de 50 años, al cumplir el límite legal de edad para permanecer en el Poder judicial. Paradójicamente, lo hizo integrando como ministra suplente en la Corte Suprema, donde no pudo llegar como titular tras su falla de nominación en 2019. Ese año tomó una decisión crucial. Pidió al Gobierno que retirara su postulación horas antes de que se votara su nombre en el Senado. A pesar de que existía la posibilidad de ser aprobada por un estrecho margen, dio un paso al costado. Nunca más volvió a postularse. Seis años después, Lusic no está arrepentida, sin embargo, se despide con tristeza por la crisis del Poder Judicial. Reconoce que es grave las eventuales ayudas de abogados, pago a magistrados y viajes con cruceros. "Nunca lo había visto antes", comenta. Pese a ello, confía en que eso se superará, "porque la mayoría de los jueces son probos".
"Lamento lo que está pasando. En muchos aspectos es injusto, pero es un golpe merecido porque han ocurrido cosas malas, nefastas, y hay que aceptar el golpe porque lo merecemos como Poder Judicial, no como personas", aseveró.