Científicos determinaron que en la fabricación de cascos, sería rentable usar fibra vegetales en vez de fibra de vidrio.
Empa
DÜBENDORF, Suiza.- ¿Es posible construir masivamente cascos hechos con restos de zanahorias? La pregunta se la realizaron expertos en Suiza luego que se diesen a conocer resultados positivos de nanofibras obtenidas de este vegetal como una forma de utilizarlo en vez de la fibra de vidrio o de carbono.
La compañía escocesa Cellucomp Limited desarrolló un método para obtener este material de las zanahorias, cuyas principales ventajas son que es biodegradable y además muy económico, por usarse los restos de este vegetal que, por ejemplo, quedan en el procesamiento industrial de jugos.
La pregunta clave entonces era determinar si hacía sentido ocupar este material para desarrollar productos masivamente, para lo cual entraron a jugar los Laboratorios Federales de Suiza para la Ciencia Material y Tecnología, también conocidos como EMPA, quienes determinaron que efectivamente se podía usarlo, desde un punto de vista técnico y económico.
Los investigadores Fabian Piccinno, Roland Hischier y Claudia Som siguieron tres pasos para encontrar la respuesta. Primero, se definió el campo de posibles aplicaciones del material de acuerdo a sus propiedades; luego abordaron los problemas de factibilidad técnica y potencial mercado, para determinar si sólo se podría ocupar para productos de lujo o bien para objetos a precios asequibles; y finalmente tomaron en cuenta el aspecto ecológico, examinando si realmente era amigable con el medio ambiente.
El método MPAS (selección multi-perspectiva de aplicaciones) permitió a los expertos calcular escenarios individuales para la futura producción con un alto nivel de certeza. La conclusión definió algunos posibles rubros donde la producción de fibra a través de restos de zanahoria sería rentable: equipamiento de protección para el deporte recreativo, vehículos especiales, decoración, bienes de consumo de lujo y manufacturas industriales.
Como ejemplos específicos, los investigadores detallaron cómo este material podría servir para construir cascos para motociclistas o tablas de surf, muros para casas rodantes, mesas de comedor y hasta cajas de parlantes de gama alta.
Los investigadores aseguran que análisis del mismo tipo pueden ser conducidos para otros tipos de materiales renovables, para definir claramente en que áreas su uso es sustentable, antes de que se invierta dinero en plantas de producción masiva.
